El acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y Colombia sobre la repatriación de migrantes irregulares ha sido un hito importante en las relaciones diplomáticas entre ambos países. Anunciado el 26 de enero de 2025, este acuerdo consiste en que la Fuerza Aérea Colombiana enviará aviones para recoger a los ciudadanos colombianos deportados desde EE.UU.
El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson, expresó su apoyo al gesto de Colombia, calificándolo como una muestra de cooperación entre los dos países. Según Johnson, este cambio en la postura del gobierno de Gustavo Petro fue resultado de un supuesto diálogo entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el mandatario colombiano, aunque este intercambio no ha sido confirmado oficialmente.
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En este contexto, Johnson destacó que "Colombia dio un giro de 180 grados y decidió colaborar en el retorno de sus ciudadanos que llegaron ilegalmente".
El congresista republicano, durante un evento en el club de golf Trump National Doral, agregó un tono jocoso a la situación: "Y si él quiere enviar su propio avión presidencial para recoger a su gente, lo acogemos con agrado. Ahorra dinero a los contribuyentes estadounidenses".
Johnson también advirtió a otros países que se nieguen a aceptar a sus ciudadanos deportados, enfatizando que "esto no es un juego" y que EE.UU. continuará tomando medidas para proteger a su población, aplicando sanciones a aquellos que no cooperen con las políticas migratorias. En este sentido, subrayó que la seguridad fronteriza seguirá siendo una de las prioridades del gobierno de Trump, y que el Congreso respaldará medidas más estrictas contra la inmigración irregular.
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Este acuerdo, aunque representa un avance en la resolución de las tensiones migratorias, no aborda completamente los complejos desafíos que ambos países enfrentan en la crisis migratoria. Las demandas sociales y la presión económica siguen siendo factores cruciales en las negociaciones, por lo que Estados Unidos y Colombia deberán seguir buscando soluciones más profundas y sostenibles para enfrentar esta problemática de manera integral.
