La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha condenado hoy con toda la contundencia posible el ataque contra el hospital Al Ahli Arab, en el norte de la Franja de Gaza, un establecimiento sanitario que estaba funcionando y en el que se han reportado cientos de muertos y heridos por el bombardeo.
"El hospital estaba en funcionamiento y en éste se refugiaban pacientes, sanitarios y desplazados internos", señaló la organización.
Según la OMS, este hospital era uno de los veinte de la parte norte de la Franja de Gaza sobre los que pesaban la misma orden de evacuación hacia el sur que el Ejército israelí dio a toda la población de esa parte del enclave palestino, 1,1 millones de personas.
"La orden de evacuación ha sido imposible de llevar a cabo dada la inseguridad actual, el estado crítico de muchos pacientes y la falta de ambulancias, personal, camas en el sistema sanitario y refugios alternativos para los desplazados", explicó la organización.
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Desde un primer momento, la OMS advirtió de que evacuar los hospitales, donde hay desde bebés en incubadoras hasta enfermos en condiciones críticas y que dependen de equipos médicos para seguir viviendo, no era en absoluto realista.
La OMS volvió a pedir la protección activa e inmediata de la población civil y de la asistencia sanitaria, sobre todo luego de que 28 sanitarios muriesen asesinados en varios ataques, que también han sido dirigidos contra ambulancias y distintos tipos de instalaciones de atención de salud palestinas.
"Deben anularse las órdenes de evacuación. Debe respetarse el Derecho internacional humanitario, lo que significa que la asistencia sanitaria debe protegerse activamente y nunca ser un objetivo", enfatizó la OMS.
Médicos sin fronteras reacciona al ataque de hospital en Gaza
La ONG internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) se declaró "horrorizada" por el bombardeo del hospital Ahli en la ciudad de Gaza, que acogía a gazatíes desplazados de otros barrios, además de atender a pacientes.
"Estábamos operando en el hospital, hubo una fuerte explosión y el techo cayó sobre el quirófano. Esto es una masacre", afirma el doctor Ghassan Abu Sittah, médico de MSF en Gaza, en un comunicado distribuido por la organización humanitaria.
"Nada justifica este espantoso ataque contra un hospital y sus numerosos pacientes y trabajadores sanitarios, así como contra las personas que buscaban refugio allí. Los hospitales no son un objetivo. Este derramamiento de sangre debe terminar. Ya basta", dice el comunicado de MSF.
El bombardeo del hospital Al Ahli en la ciudad de Gaza ocurrido al anochecer de este martes ha causado al menos 500 víctimas, según han confirmado a EFE fuentes del Ministerio de Sanidad de la Franja, controlada por el grupo islamista Hamás.
Muchas víctimas se encontraban en el patio del hospital, donde habían buscado refugio de las bombas, tras abandonar sus casas al advertir Israel que iba a bombardear la ciudad, exigiendo a los habitantes evacuar todo el norte de la Franja.
Las autoridades palestinas, tanto de Gaza como de Cisjordania, han responsabilizado de la catástrofe a Israel, que lleva 11 días bombardeando toda la Franja, con un balance al mediodía de hoy de 3.000 muertos, mientras que las Fuerzas Armadas israelíes han rechazado su implicación y aseguran que la explosión se debió a un lanzamiento fallido de cohetes del grupo armado Yihad Islámica Palestina hacia Israel.
El hospital Al Ahli pertenece a la Iglesia Anglicana y según informó ayer un medio digital del esta institución eclesiástica, el centro de salud ya sufrió el sábado pasado el impacto de un proyectil israelí, que destruyó dos habitaciones en la planta superior y causó heridas a cuatro trabajadores.