La saturación es evidente en la infraestructura sanitaria y el personal, además de estar expuestos 24 horas al día al virus, viven en tensión y con un estrés constante. Una situación limite en el que el más mínimo detalle puede ayudar a calmar los nervios.
La música puede ser una solución. Un pequeño gesto como el de Christian Mongiardi puede aligerar la presión y malestar existente en los hospitales. Y es que este médico intensivista italiano con sus dedos y un piano consiguió sacar la sonrisa a más de uno.
Sucedió el 28 de marzo en el hospital de Varese, en la Lombardía, cuando el facultativo de 38 años, terminado uno de sus turnos de trabajo, bajó junto a otros compañeros a por un bocadillo a la cafetería, según El HuffPost. En el camino, encontró un piano. Mongiardi, exdirector de un coro y apasionado de la música, no pudo evitar acercarse y deslizar sus dedos por las teclas.
De sus manos salieron las conocidas canciones de Queen Don’t stop me now y Crazy Little thing called love. Una interpretación de dos temas simbólicos que grabó una enfermera del hospital en vídeo, después publicado en la cuenta de Facebook del hospital de Varese, donde acumula más de 240.000 reproducciones.
El intérprete de este fenómeno viral, Christian Mongiardi, es uno de los médicos que se ofrecieron voluntarios para tratar a pacientes con COVID-19. Se dedica a analizar el funcionamiento de los órganos vitales mediante su conocimiento de aparatos de ultrasonidos y nunca dudó en apuntarse según explico al diario Il Corriere della Sera. En referencia a su actuación explicó:
"Es un gesto que expresa toda la pasión que lo anima y que comparten nuestros sanitarios: están haciendo cosas extraordinarias con el único propósito de salvar vidas y devolver a los pacientes a sus familias y a sus casas".
Un detalle para animar el crudo escenario que se vive en los hospitales de Italia, el país más afectado por el coronavirus en Europa con más de 100.000 casos y 11.590 fallecidos.