El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ordenó a la Policía "disparar a matar" a todas las personas que no cumplan los requisitos de la estricta cuarentena por la pandemia de Covid-19.
"No dudo. Mis órdenes son para la Policía y el Ejército, si hay problemas o surge una situación en que la gente pelea y sus vidas están en peligro, disparen a matar", aseveró anoche el mandatario en un discurso televisado.
"Muerto. A cambio de causar problemas, te enviaré a la tumba", amenazó Duterte el mismo día en el que una veintena de personas de la barriada de San Roque, en Manila, protestaron sin permiso ante la policía para exigir ayuda oficial para salir adelante.
Sin embargo, a pesar de la orden presidencial, el jefe de la Policía Nacional de Filipinas (PNP), Archie Gamboa, afirmó que los agentes no dispararán a matar contra infractores durante la cuarentena, contrariamente a la orden verbal del presidente Rodrigo Duterte.
"Por supuesto que no, probablemente el presidente puso demasiado énfasis en implementar la ley en este momento de crisis. Por supuesto que no", aseguró Gamboa al canal ABS-CBN.
Duterte, al comentar anoche el arresto de unos 20 residentes de un barrio marginal de Manila que habían salido a protestar desafiando las restricciones de cuarentena y acusado al Gobierno de no brindar ayuda a los pobres, dijo que ordena a la policía, el ejército y las autoridades locales "disparar a matar si hay problemas o surge la situación de que la gente pelea y sus vidas están en peligro".
Gamboa afirmó que "la política de la PNP ha sido siempre actuar con la máxima tolerancia y dentro de los límites de la ley", sin consentir abusos.
Desde el 16 de marzo, el Gobierno de Filipinas mantiene un régimen de confinamiento en la principal isla del archipiélago, Luzón.
Hasta el miércoles, Filipinas había confirmado más de 2.300 casos de contagio por el coronavirus SARS-CoV-2, incluidos 96 decesos.