El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, permaneció este lunes por la mañana en la Casa Blanca reunido con su equipo de Exteriores para seguir de cerca la guerra entre Israel y Hamás, mientras crecen los rumores en medios israelíes y estadounidenses sobre un posible viaje a Israel esta semana.
Según dijo a la prensa un alto funcionario estadounidense, Biden y la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, recibieron el lunes por la mañana información sobre "los últimos acontecimientos" sobre el terreno después del "aborrecible" ataque que Hamás perpetró contra Israel el 7 de octubre.
La reunión estuvo dirigida por algunos de los funcionarios de mayor rango del Ejecutivo: el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, y el director de la CIA, Bill Burns, detalló el citado funcionario. El jefe de gabinete, Jeff Zients, también estuvo en el encuentro.
Mientras Biden y Harris se reunían con sus asesores, el ambiente en la sala de prensa de la Casa Blanca ha sido de incertidumbre todo el día.
Esta mañana, por sorpresa, la Casa Blanca anunció que Biden había pospuesto un viaje al estado de Colorado programado para este lunes y, en su lugar, había optado por permanecer en la Casa Blanca para seguir de cerca los desarrollos de la guerra entre Israel y las milicias palestinas de Gaza lideradas por Hamás.
Mientras tanto, una televisión israelí informaba de que Biden podría viajar a Israel este mismo miércoles y, en un tono más prudente, medios estadounidenses como la CNN, Político y Axios citaban a funcionarios estadounidenses para indicar que se estaba evaluando la posibilidad de un viaje a Israel.
Ante la confusión, los corresponsales de la Casa Blanca se precipitaron para intentar conseguir información. Oficialmente, la Casa Blanca no ha confirmado el viaje. "No tenemos nuevo viaje que anunciar", dijo este lunes a EFE Adrienne Watson, la portavoz del consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, encargado de política exterior.
Como no hay confirmación oficial, los periodistas, incluyendo EFE, han tenido que acudir a otras técnicas. Cada treinta minutos, reporteros, productores y fotógrafos abandonan la sala de prensa de la Casa Blanca para ver cuál es la situación fuera del Ala Oeste.
Siempre que el presidente de Estados Unidos se encuentra en el Ala Oeste, un infante de marina ataviado con su distintivo uniforme azul, gorra blanca y calzado cuidadosamente pulido, se encuentra de guardia junto a la puerta que lleva hasta el Despecho Oval.
Según ha comprobado repetidamente EFE, el infante de marina ha permanecido en su puesto junto a la puerta del Ala Oeste durante toda la mañana, incluso abriendo la puerta en múltiples ocasiones al personal de la Administración.
Sin embargo, la incertidumbre es máxima porque ya en una ocasión Biden dio esquinazo a los corresponsales de la Casa Blanca.
En febrero de este año, Biden, un puñado de asesores y dos periodistas viajaron en secreto a Polonia y luego tomaron un tren de diez horas a Kiev, en lo que fue interpretado como una gran muestra de solidad de EE.UU. con Ucrania cuando se cumplía el primer aniversario de la guerra contra Rusia.
Si Biden viaja a Israel, sería su segunda visita a una zona de conflicto desde que asumió la Presidencia en enero de 2021.
