Se trata de Medicago, una biofarmacéutica financiada por Philip Morris International, que llegó a acuerdos con dos departamentos del gobierno canadiense para poner a disposición una vacuna del Covid-19.
Medicago, empresa biofarmacéutica con sede en la ciudad de Quebec, anunció que llegó a un acuerdo con el Ministerio de Servicios Públicos y Adquisiciones de Canadá (PSPC) para suministrar hasta 76 millones de dosis de su vacuna candidata para el coronavirus.
La biofarmacéutica comenzó la fase 1 de estudios para la vacuna el 14 de julio en voluntarios y anticipa que la fase 2 de estudios comenzará a principios de noviembre de 2020. Si los estudios de la fase 2 tienen éxito, se espera que los estudios de la fase 3 comiencen en diciembre de 2020.
Por su lado, el Departamento Canadiense de Innovación, Ciencia y Desarrollo Económico (ISED), también contribuirá con 173 millones de dólares canadienses (aproximadamente 131 millones de dólares estadounidenses) a Medicago, para apoyar con el desarrollo de vacunas y ensayos clínicos en curso y para la construcción de su planta de fabricación en la ciudad de Quebec.
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Al respecto, el director general de PMI, André Calantzopoulos, subrayó que “recibe con satisfacción la colaboración anunciada entre dos departamentos del gobierno canadiense y Medicago para acelerar sus esfuerzos contra el Covid-19”.
“Se pueden lograr mejores resultados cuando los gobiernos y las empresas unen sus esfuerzos para promover objetivos compartidos para el bien común”, agregó.
Es necesario precisar que desde 2008, Philip Morris Investments B.V. (PMIBV), una filial de Philip Morris International (PMI), ha sido accionista de Medicago, con aproximadamente un tercio de sus acciones. Es así como ha apoyado la investigación y el desarrollo innovador en plantas y vacunas.
Cabe resaltar que este tipo de vacunas, como la estudiada por Medicago, por ser de origen vegetal tiene grandes ventajas respecto a las competidas en el mercado.
La tecnología de Medicago solo requiere la secuencia genética de una cepa viral, no el virus vivo en sí, por lo que se puede producir una vacuna candidata poco después de que se identifica el gen, lo que permite una forma más rápida de combatir una pandemia como COVID-19.
Con este anuncio, la vacuna entraría a competir por salir al mercado junto con la de Astrazenca, realizada en Oxford, Pfizer y BionTech.