La Unión Europea anunció que implementará una serie de medidas en su búsqueda por prohibir la utilización de materiales plásticos de un solo uso. Con esta medida, se busca retirar del mercado objetos cotidianos como pitillos, hisopos, cubiertos, vasos y platos de plástico.
A través de esta iniciativa se busca tomar medidas ambientales más allá de la restricción de bolsas plásticas, que ya existe en el viejo continente, para prohibir también elementos de uso común hechos de plástico. El objetivo es que estos objetos no desaparezcan como producto, sino que tengan una versión fabricada con materiales sostenibles ambientalmente.
Este tipo de implementos se considera como dificultoso para ser reciclado y representa un alto porcentaje de la basura que termina en los océanos. En cuanto a los productores, la Unión Europea estudia la posibilidad de que financien la gestión y la limpieza de todos los residuos que generan y, además, que adviertan en los empaques el impacto medioambiental de sus productos.
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Según voceros de Greenpeace, organización mundial que trabaja para defender el medio ambiente, esta propuesta europea representa un avance significativo que se debe considerar en Colombia porque el daño ambiental no solo se centra en las bolsas plásticas, sino también en utensilios cotidianos y aparentemente inofensivos que deberían a ser regulados para su fabricación y distribución.
"En Colombia el impuesto de 20 pesos por cada bolsa no es suficiente para reducir el impacto ambiental del plástico”, señaló Silvia Gómez, coordinadora de Greenpeace Colombia.
Según la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN), con base a las bolsas gravadas en sus registros, en Colombia se usan en promedio unas 2.7 millones de bolsas plásticas al día.
Sumado a esta cifra, el Fondo Mundial para la Naturaleza estima que un colombiano gasta 288 bolsas al año, lo que representa que una persona que viva hasta los 77 años gastaría en promedio 22.176 bolsas plásticas, con un uso medio de 15 minutos, que tarda 400 años para degradarse. Además, el plástico representa uno de los peligros más mortales que enfrenta la flora y fauna en los mares del planeta.
Según Greenpeace, en total 1.300 especies se han visto afectadas alrededor del mundo por esta problemática, y se calcula que el 50% de las tortugas marinas y el 90% de las aves han consumido plástico alguna vez en su vida.
Este tipo de medidas que propone la Unión Europea, permite mitigar el impacto negativo que tiene el plástico en el medio ambiente. Greenpeace estima que el 90% de la basura que hay en los océanos corresponde a elementos plásticos.