En el municipio de Bello, norte del área Metropolitana del Valle de Aburrá, Empresas Públicas de Medellín (EPM), inauguró Aguas Claras, la planta de tratamiento de aguas residuales más grande y moderna del país.
Escuche el homenaje al Medio Ambiente en su día:
Durante el evento de inauguración contó Federico Gutiérrez Zuluaga, alcalde de Medellín, destacó la importancia que tiene este proyecto, ya que cerca del 84 % de las aguas residuales del territorios son completamente tratadas y devueltas limpias al río Medellín.
Por su parte, Jorge Londoño De la Cuesta, gerente general de EPM, sostuvo que este es un proyecto sostenible, enfocado no solo en la construcción de infraestructura para el saneamiento del río Aburrá-Medellín, sino también en generar desarrollos urbanísticos y paisajísticos para la comunidad.
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“La recuperación del río permite que sus riberas se puedan destinar a desarrollos urbanísticos y espacios para la recreación y parques lineales, tal como sucede actualmente en el trayecto ya saneado del río (...), con la entrada en operación de Aguas Claras, unida a la Planta San Fernando de EPM, evitamos que lleguen al río Aburrá-Medellín más de 140 toneladas diarias de materia orgánica, equivalentes a lo que pueden transportar 10 tractomulas con carga completa. Nuestra empresa contribuye con este trabajo a elevar el nivel de oxígeno disuelto en el río a un promedio de 5 mg/l (cinco miligramos por litro), característica de los ríos descontaminados”, destacó Londoño De la Cuesta.
Además, destacó que esta planta cuenta con alta tecnología como el sistema de secado térmico para el tratamiento de los biosólidos, que arroja beneficios ambientales y una alta eficiencia en el transporte y disposición final.
El acto también contó con Ricardo Lozano, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Este proyecto estuvo un costo estimado de 1.6 billones de pesos, de los cuales 450 millones de dólares fueron financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BIB).