Al menos el 25 por ciento de las especies que habitan en el Amazonas y en otras regiones selváticas del mundo están en peligro de perder sus hábitat y por ende, sus vidas, debido al acelerado cambio climático que se está presentando actualmente.
El más reciente informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) aclaró que, para final de siglo, las áreas naturales más ricas del mundo, como lo son las Islas Galápagos y el Amazonas podrían perder hasta la mitad de las especies y plantas si alcanzan un incremento de hasta 4.5 grados centígrados en su ambiente.
Además, aseveró que, según lo pactado en el Acuerdo de París, la idea es no superar el incremento en 2 grados centígrado, y en caso de llegar al límite estipulado, el daño igual será del 25 por ciento en la tierra.
De darse ese aumento, el Amazonas podría perder más que las demás regiones en cuestión de plantas, con una pérdida del 69 por ciento.Sobre el posible cambio en el Amazonas, Tanya Steel, CEO de WWF en el Reino Unido, comentó: "Durante la vida de nuestros hijos, lugares como el Amazonas o las Islas Galápagos podrían volverse irreconocibles, con la mitad de las especies que viven allí arrasadas por el cambio climático causado por el ser humano". [single-related post_id="843469"] Además, aseguró que alrededor del mundo animales como el tigre Amur o los rinocerontes de Java están en peligro de desaparecer, como también decenas de miles de plantas y pequeñas criaturas que son la base de la vida en la tierra, debido al calentamiento global. La situación en África y Australia puede tornarse peor. En la primera zona, hasta el 90 por ciento de los anfibios, el 86 por ciento de las aves y el 80 por ciento de los mamíferos podrían extinguirse en el continente africano de presentarse el incremento de más de cuatro grados centígrados. Por eso, en el marco de la Hora por el Planeta, que se llevará a cabo el próximo 24 de marzo, el compromiso que se tiene es tratar de reducir el nivel de calentamiento global, que está previsto en 4,5 grados centígrados, para alcanzar unos niveles de hasta 1,5 grados centígrados, para mitigar el impacto que tendría la temperatura en estos ecosistemas.