Luego de que Joe Biden se posicionara en la Casa Blanca de Washington, llevó con él a sus dos perros; Major de 3 años y Champ de 13 años. Ambos son de raza pastor alemán.
Anteriormente, ya había salido a la luz, que el menor de sus perros era muy inquieto y revoloteaba por toda la casa. Además cuentan que era muy común que le brincara a los vigilantes y a demás personas que trabajan en la Casa Blanca.
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Según lo reveló el noticiero de CNN, Joe Biden tuvo que enviar de vuelta a sus mascotas a Delaware; sitio donde él tiene la casa donde residía con su esposa Jill Biden antes de su elección.
Lo anterior, porque al parecer Major atacó a un guarda de seguridad de la casa blanca. Según fuentes cercanas al palacio presidencial, el cachorro ya había mostrado algunos comportamientos agresivos antes del suceso.
Por el momento, se conoce que Champ y Major ya se encuentran en el pequeño estado del país, junto con los cuidadores encargados de su bienestar mientras Jill no puede estar junto con ellos.
Aún no se tiene claro que tan grave llegó a ser el incidente que tuvo lugar en la casa presidencial de los Estados Unidos; no se ha hablado nada acerca del estado de salud del guarda de seguridad que fue mordido por Major.
Cuando los perros fueron llevados al nuevo hogar de la familia Biden, la primera dama dijo en una entrevista para el programa ‘The Kelly Clarkson Show’: “He estado obsesionada con que nuestros perros se acomoden porque tenemos un perro viejo y tenemos un perro muy joven”.
Además, mencionó que allí tendrían que adaptarse a cosas a las que no estaban acostumbrados en Delaware, como por ejemplo utilizar el ascensor o salir a dar paseos en el jardín trasero donde había mucha gente.
La decisión tomada para que los perros del presidente se marcharan no es clara en si será permanente o temporal. Lo que sí es cierto es que ambos canes son de vital importancia para Joe y Jill; han compartido con ellos gran parte de su matrimonio.
Champ, el mayor de los canes, fue comprado por Joe a un criador de Pensilvania, para dárselo de regalo a su esposa en 2008; mismo año en el Barack Obama ganó las elecciones. Mientras que, Major fue adoptado de un refugio de animales, ubicado en la ciudad donde actualmente residen, en el año 2018.
Este último, es el primer perro de refugio que ha vivido en la Casa Blanca. Cabe recordar que el expresidente Donald Trump nunca ha tenido una mascota, pues dice tener una fobia a los gérmenes.
La pareja presidencial, ha demostrado en repetidas ocasiones el amor que le tienen a sus perros. Ellos suben fotografías y videos junto con Champ y Major. De hecho, existen algunas imágenes de la pareja paseando a los canes en el jardín de la Casa Blanca.