El ingreso de Starbucks a Colombia marcó un cambio importante en la historia del café en el país, que durante años estuvo consagrado como uno de los productos más incidentes en el crecimiento de la economía nacional. Hace años la llegada de esta reconocida cadena internacional trajo consigo una serie de desafíos y negociaciones, especialmente en lo que respecta al uso de la marca “Café de Colombia 100%”, emblemática para la Federación Nacional de Cafeteros.
Jorge Cárdenas, ex gerente de la organización gremial (1963-2002) y una figura icónica en la industria cafetera colombiana, compartió a Kienyke.com detalles interesantes sobre la negociación que tuvo en su momento la Federación con Starbucks. Según Cárdenas, la entidad tenía normas claras sobre el uso del Café de Colombia y de hecho incentivaba que las marcas utilizaran su producto con descuentos y beneficios. Estrategia que contribuía al fortalecimiento gremial y a generar lo que por muchos años funcionó como una fuerte dignidad cafetera.
Así las cosas, Cárdenas relata que hubo una reunión entre funcionarios de la Federación Nacional de Cafeteros y el presidente de Starbucks, en la que se discutió la posibilidad de que la cadena estadounidense utilizara el producto “Café de Colombia”.
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El presidente de Starbucks habría sido claro en su postura, argumentando que ya existía un nicho establecido en el mercado con el nombre Café Colombia 100%, respaldado por la reputación de calidad del café colombiano. Starbucks temía competir directamente con esto y verse obligado a bajar sus precios para mantenerse competitivo. En lugar de eso, optaron por utilizar el nombre de una región específica, en este caso Nariño, para diferenciar su café en el mercado.
Cárdenas asegura que aunque reconocían la calidad del Café de Colombia, Starbucks buscaba destacarse en el mercado con su propio nicho y precios un poco más altos. Al optar por asociarse con la región de Nariño, Starbucks pudo ofrecer un producto diferenciado, sin entrar directamente en competencia con el Café Colombia 100%.
¿El cambio climático amenaza al café colombiano?
Además del tema de Starbucks, Jorge Cárdenas habló de otros temas importantes para el café nacional, entre estos los desafíos que enfrenta la caficultura colombiana debido al cambio climático. Con su vasta experiencia en el sector, el ex líder cafetero destaca la necesidad de adaptación y resiliencia frente a los efectos del clima en la producción de café en Colombia.
A su juicio, actualmente el país se enfrenta a un reto significativo generado por el cambio climático, pues a lo largo de los años el país ha debido ajustar la altitud de sus cultivos de café para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. Anteriormente, explica, la mayoría de los cafetales se encontraban entre los 800 y 1000 metros de altura y hoy, debido al aumento de temperatura, se cultiva café a altitudes superiores a los 1.700 metros.
“Cuando me retiro el café va en 1.200 metros de altura. Ya no se puede sembrar ni a 800 ni a 1000 porque eso se volvió muy caliente, ya es otro tipo de clima, ya es otra condición de producción. Hoy el café está por encima de 1700 metros. Ese es un gran cambio. Tener que subir el café a 1700, hay que educar al campesino para esa altura”, relata.
En ese orden de ideas, Cárdenas habla de la importancia de capacitar a los agricultores en nuevas prácticas de cultivo, de reforzar la infraestructura campesina en áreas más altas y de paso renovar la cultura cafetera (y su imagen ante el mundo) para reconstruirla alrededor de las nuevas prácticas y costumbres del panorama cafetero a más altura.
