Familiares y personas cercanas a las más de 30 víctimas mortales, entre ellas 22 niños, por un tiroteo masivo este jueves en una guardería en el noreste de Tailandia sucumbieron a la desesperación al recibir la noticia de la matanza, al tiempo que las autoridades buscan averiguar las causas de la tragedia.
Este jueves 6 de octubre, Panya Khamrab, un expolicía de 34 años abrió fuego en el interior de una escuela infantil y mató con un rifle y un cuchillo a 34 personas, entre ellas 22 niños y una profesora que estaba embarazada. El violento ataque dejó además 15 heridos, ocho de ellos en estado grave, según las últimas cifras divulgadas por las autoridades.
El presunto atacante irrumpió en la escuela infantil, en la provincia de Nongbua Lamphu, alrededor del mediodía hora local y disparó con un rifle automático contra los presentes, además de utilizar un cuchillo.