No, la columna de hoy no es para hablar de la canción Tengo, del desaparecido baladista argentino Sandro, que dice: “Tengo un mundo de sensaciones, / un mundo de vibraciones / que te puedo regalar…”. No. Es para hablar de un mundo de sensaciones de un mundo de colombianos sobre un mundo de cosas. Sensaciones que surgen de atisbos súbitos, de percepciones individuales y colectivas, de conclusiones espontáneas, de miramientos paralelos, de jugar con luces y sombras. Por ejemplo:
• Que en el país campea la delincuencia de todo tipo: corrupción, narcotráfico, hurto, atracos, cultivos, minería, extorsión, secuestro, piratería informática, guerrilla, trata de personas, violencia de género, abuso de menores, terrorismo, contrabando, homicidio, etc.
• Que al presidente Duque le faltan talento y talante para hacer ciertos nombramientos, proyectar más decisión y eficacia, ser menos académico, más carismático y más persuasivo.
• Que si Iván Duque no se luce en estos dos años que le faltan, y en 2022 los demócratas nos equivocamos de candidato/a, se nos montan los reaccionarios rojos hasta 2122, o más, porque eso es lo que les gusta (basta mirar a Cuba, Norcorea y China).
• Que los colombianos demócratas no vemos aún quién, por sus condiciones y convicciones, pueda seducir al electorado joven y al tradicional para enfrentar al Gustavo Petro o la Gustava Petra en 2022.
• Que en el país son necesarias no pocas reformas, no para acabar con los ricos y la riqueza, sino con la pobreza y la inequidad.
• Que numerosos jóvenes han desarrollado un destructivo odio al expresidente Uribe –el líder más relevante frente a la amenaza de izquierda–, adoctrinados en las aulas, redes ‘suciales’ y ámbitos de formación marxista-leninista.
Sensaciones que surgen de atisbos súbitos, de percepciones individuales y colectivas
• Que, desde el punto de vista ideológico, el partido Colombia Humana de Petro, el partido comunista, la/las Farc, el Polo Democrático, la Alianza Verde, la Unión Patriótica, los “Decentes”, etc., son el mismo queso en diferente empaque para atraer incautos. O, como dicen algunos veterinarios paisas, “la misma perra con distinta guasca”.
• Que tanto la Jurisdicción Especial para la Paz como la Comisión de la Verdad juegan a hacerle el favor a la izquierda, aunque sus responsables lo nieguen.
• Que las Farc han incumplido buena parte de los compromisos previstos en el acuerdo Santos-Timo. El cual, entre otras cosas, supuso una gigantesca reforma a la Carta, efecto del robo del plebiscito.
• Que, en el caso del expresidente Álvaro Uribe, la Corte Suprema de Justicia obró llevada más por motivos políticos que por motivos jurídicos.
• Que por mucho que se diga lo opuesto, es un absurdo estético, ético, político y jurídico que alias “Timo” y sus compañeros estén en el Congreso, y el expresidente Uribe esté preso.
• Que en los medios de comunicación “oligarcas” actúan a sus anchas no pocos infectados de socialismo y comunismo (llamados ahora castro-chavismo, por si algún despistado no lo sabía), que desde adentro preparan la expropiación cuando gobiernen a Colombia.
• Que el ‘cenador’ Gustavo Petro estuvo hace unos meses en la Cuba castrista, no porque tuviera cáncer y lo fueran a curar, sino porque fue a curarse en salud con sus camaradas respecto de la toma del poder en Colombia desde su llamado a la desobediencia civil.
• Que el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, con acento paisa y protagonismo rolo, aspira a ser la suma de Churchill, Roosevelt y De Gaulle.
Sensaciones de cuarentena, a modo del sfumato, la técnica de Da Vinci para difuminar contornos y bordes. Sensaciones rápidas de la razón y la fantasía.
INFLEXIÓN. Todo se ve más claro bajo la óptica de Einstein: “Cuando me analizo a mí mismo y examino mis métodos de pensamiento, tiendo a convencerme de que el don de la fantasía ha significado más para mí que mi talento para absorber el conocimiento absoluto”.
Por: Ignacio Arizmendi Posada
15/8/20