No saber medir a su adversario es propio de los necios. Ya está la suerte echada para quienes, como nuestro propio y original, por lo torpe y atrevido, mequetrefe, están en la mira de la administración Trump. Con que lo diga el actual presidente de USA, este y no el tal Biden, ni el tal Obama ni mucho menos el tal Clinton, una vez es suficiente. Así como ha ido cumpliendo lo que prometió en campaña sin ir haciendo alardes como esos valentones que a la hora de la verdad salen corriendo, que de esos tenemos acá de sobra y hasta en presidentes se convirtieron algunos con un discurso que no tenían ninguna intención de llevar a la práctica con su lema de que el que la hace la paga que como muestra basta un botón.
Donald Trump dio orden de acabar, aniquilar, destruir a los carteles y eso sería suficiente como para ponerlos a temblar o como para irse de viaje a Arabia a quién sabe qué, lo que con seguridad no sería a ofrecerse como asesor en materia de explotación petrolera pero si de pronto a hacer algunos negocios personales como los que debió hacer, de lo que no hemos sabido nada hasta el momento, a República Dominicana y Haití. Porque eso de que un país arruinado, llevado del putas y con una violencia desbordada gastara cuatro millones de dólares para rendir homenaje a todo un señor mequetrefe no lo entiende nadie, o ¿fue que esa platica la pusimos nosotros o si no quién más?
Si abrir el paso a la paz en Ucrania y en Gaza ha sido una cuestión en apariencia simple y de puro sentido común ¿cómo no lo va a ser eso de acabar con el negocio maldito comenzando por impedir la entrada de la droga a los Estados Unidos y continuar tumbando a gobiernos que no solo son cómplices sino hasta socios directos de los que se enriquecen destruyendo todo lo que tienen por delante de lo que estamos mamados desde hace décadas?
Si Trump y su gente tienen temblando a la vieja Europa cómo no a su patio trasero. Señores tiranos y aprendices de tirano no lo tomen en serio y sigan toreándolo, eso es lo mejor para todos porque ese toro les va a dar una tremenda revolcada a los Petro, Maduro, Ortega, Evo, Correa y Lula que ya se enriquecieron de una manera inimaginable a punta de corrupción, narcotráfico, lavado de activos y hasta contrabando. Verdaderos traidores a sus patrias, verdaderos criminales de cuello sucio, como sucia es la consciencia de cada uno de ellos y de sus paniaguados, sus ministritos de pacotilla, sus arrodillados vende patria, sus prospectos de mequetrefe que pululan cuando ellos se hacen al poder aferrándose a él como garrapatas.
No sé si mientras escribo esta jeringonza estarán transmitiendo el circo de pueblo que se hace llamar consejo de ministros, no lo sé y poco me importa, aunque la curiosidad que mató al gato me pellizca para que mire por Google y lo confirme porque por X no estoy muy acostumbrado.
Al tan despreciado mequetrefe parece que no le ha sido suficiente el haber causado tanto daño en dos años, seis meses y dos semanas con un gobierno que desgobierna, por suerte, porque así no más con tanta rumba y viajes al exterior llega a provocar desastres ¿cómo sería si gobernase? Que Dios nos libre.
Por allá en las europas J.D. Vance les pegó su buen regaño a los mediocres de la UE. El enemigo no son ni Rusia ni China sino ustedes mismos, les dijo sin pestañear en un discurso histórico dado en Múnich después de haber abandonado el Eliseo porque el tal Macron no lo recibió como correspondía por protocolo, queriendo humillarlo, pero el humillado fue el francesito que trata de armar un ejército europeo como si fuera fácil que le cojan la cuerda, más desacreditado no podría estar. Pues no señor, eso se acabó. La guachafita que tanto dolor y muerte ha causado se terminó por los lados de Ucrania y abran los ojos que ya no es ese simplón y corrupto de apellido Biden el que tiene las riendas de la gran potencia, no señores, es un tal Trump que en tres semanas y pico ha hecho lo que otros en el pasado ni en años lograron hacer.
El destino está trazado, no hay vuelta atrás en esta nueva era que no es la del New Age ni de nada que se le parezca.