Los productos agrícolas son en su gran mayoría perecederos. A la hora de exportarlos se debe garantizar que lleguen a su destino en condiciones óptimas para no comprometer su calidad y seguridad.
Nuestro sector agrícola debe comprender la importancia de articular un proceso que combine el conocimiento de los diferentes mercados, los avances en las tecnologías de la información y las comunicaciones, y el desarrollo de políticas públicas para cumplir con los estándares comerciales internacionales de planeación, seguimiento y control.
Mantener la frescura de los productos de nuestros campos, evitar su deterioro y garantizar la satisfacción de los clientes finales son factores que a todas luces evitan las pérdidas económicas.
La logística en la comercialización de perecederos plantea un inmenso reto para los productores y exportadores, a la vez que les exige un intensivo proceso de control, desde el momento de la producción hasta la entrega final.
Es decir, se deben asegurar y controlar los tiempos de caducidad, la temperatura adecuada para el almacenamiento (cadena de frio) y los empaques apropiados para proteger la integridad de cualquier producto durante su tiempo de transporte.
En el anterior sentido, y como representantes de los productores ante diferentes escenarios, nacionales e internacionales, el aporte de los gremios es de suma importancia en la promoción de la calidad de la cadena logística de exportación. Este es un proceso de mejoramiento continuo que, entre otras cosas, debe asegurar las mejores condiciones en el relacionamiento entre proveedores, productores, transportadores, comercializadores y clientes.
También supone buscar permanentemente la diversificación constante del portafolio de rutas terrestres, aéreas y marítimas directas para llegar a los nuevos mercados que se conquistan a lo largo del planeta, y cumplir con el crecimiento del volumen de las exportaciones colombianas.
En tales circunstancias, la reciente celebración -el pasado 14 de febrero- del Día de San Valentín en los Estados Unidos, en donde las Flores de Colombia fueron las protagonistas, es un gran ejemplo de cómo impulsar el comercio agrícola internacional.
La calidad y oportunidad de la cadena logística del sector floricultor es una de las principales razones por las que en la actualidad el 80 % de las exportaciones colombianas de flores tiene como destino el mercado estadounidense, convirtiéndolo en su principal comprador.
Y es que, con el fin de responder asertivamente a las condiciones de seguridad, agilidad y oportunidad exigidos por los diferentes países en esta, y otras temporadas, desde hace casi dos décadas Asocolflores creó su denominado Plan Pétalo.
El anterior es un dispositivo de seguridad y de coordinación con múltiples actores, entre los cuales se destacan:
- Autoridades nacionales: Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), Policía Nacional y la Superintendencia de Puertos y Transporte.
- Sector servicios: agenciamiento, intermediación aduanera, financieros, de asesoría, y de transporte terrestre, aéreo y marítimo.
- Asociaciones de otros sectores: se destacan la Asociación de Líneas Aéreas Internacionales de Colombia (ALAICO), y la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional (FITAC), entre otras.
- También participan las aerolíneas y navieras, para hacer más eficiente el proceso de exportación.
El Plan Pétalo es una de las mejores expresiones de coordinación y facilitación en el comercio exterior, sin perjuicio de los controles que corresponden a cada entidad. Además, demuestra cómo el sector floricultor ha consolidado una dinámica de exportación reconocida mundialmente.
La proeza logística que supuso el envío de las Flores de Colombia para celebrar San Valentín 2025, confirma que la calidad de la cadena logística es uno de los principales aspectos para que el sector agrícola nacional exporte de manera exitosa desde nuestras zonas rurales.
Los 900 millones de tallos enviados desde Colombia hacia Estados Unidos para esta celebración, los cuales representaron más de 65 mil toneladas enviadas, son un ejemplo de buenas prácticas para otros sectores agroexportadores en el país.
Como el sector floricultor, otros sectores de la agricultura nacional han desarrollado importantes experiencias frente a la logística exportadora. Nada más acertado que unir conocimientos y sumar voluntades para incrementar su eficiencia e impactar positivamente a la mayor cantidad posible de productores y poblaciones rurales del país.