La niñez de Donald Trump en nada se parece en lo que posteriormente se convirtió. La indisciplina lo acompañó en los primeros años de su vida y su padre tomó la decisión de matricularlo en la Academia Militar de Nueva York. Un giro que marcaría en gran medida, su futuro.
“Fue una gran estructura para mi, formó mi manera de pensar y mi vida. Tuvo un gran impacto en mi vida” admitió en una entrevista en un programa de Fox News.
Donald John Trump nació un viernes 14 de junio de 1946 en Queens, Nueva York, es uno de los cinco hijos de Mary Anne, inmigrante de Escocia y Fred Trump. También sus abuelos paternos fueron inmigrantes, provenían de Alemania.
Su padre Fred Trump, un destacado desarrollador inmobiliario de Nueva York, desempeñó un papel decisivo en la formación de su carácter y ambición. Desde una edad temprana, Donald mostró una inclinación por la competencia y la confrontación, lo que lo llevaría a ser un alumno difícil y desafiante.
“Fue mi mentor, con él aprendí una cantidad enorme sobre cada aspecto de la industria de la construcción” ha dicho el presidente 47 de Estados Unidos en varias oportunidades.
En los años 70, con un millón de dólares que le presta su papá, hace algo que todos creían una locura, compra El Commodore Hotel que se encontraba en quiebra. De allí surge La Trump Tower. Y después compra casi todo, el Plaza Hotel, casinos y hasta nace la aerolínea Trump Shuttle.
Pero la volatilidad financiera y la competencia feroz llevaron a fracasos notorios, dejándolo con deudas considerables y forzándolo a replantear su enfoque empresarial. Estos desafíos, sin embargo, no le quitaron su ambición; Trump continuó reinventándose, y su imagen de “rey de los negocios” permaneció inquebrantable, impulsada por su tenacidad y habilidad para proyectar éxito incluso en tiempos difíciles. “Fue muy duro, caminaba por la calle y me sentía un fracasado” dijo
El apellido Trump se convirtió en una marca. Se involucró en distintos tipos de negocios, como restaurantes, ropa y accesorios para hombres, perfumes, chocolates y hasta mantuvo mucho tiempo la franquicia del Miss Universo. Nada lo detenía.
Y para complementar su versatilidad, Trump se convirtió en un personaje mediático gracias a sus apariciones en programas de televisión y su célebre reality show, The Apprentice, que debutó en 2004. Este programa fue un punto de inflexión en su carrera, consolidando su reputación como un magnate enérgico, que supuestamente encarnaba el "sueño americano". Su lema, “You’re fired” (Estás despedido), se convirtió en una frase popular y en una manifestación de su estilo directo y sin filtros. Así logró llegar a millones de hogares, forjando la causa política que vendría después. Fueron 14 temporadas.
En paralelo, fue un adelantado del poder de la red social twitter, la convirtió en su verdadera plataforma político, con mensajes sin anestesia, directos. Era irreversible lo que se vendría.
El primer aviso apareció en 2010, dijo que sería candidato presidencial para 2012, pero declinó esa posibilidad, pero ese año aprovechó para dar un golpe de opinión contundente, exigió a Barack Obama demostrar que sí era nacido en EE.UU.
El 16 de junio de 2015, aparece este aviso en La Trump Tower: ´Make America Great Again´ Casi todos sin excepción, se burlan.
Trump anunció su candidatura a la presidencia de Estados Unidos. Desde el inicio, su campaña fue polémica, con promesas radicales y una retórica de "América Primero". Trump aprovechó un sentimiento de descontento entre los votantes que sentían que las élites políticas de Washington los habían ignorado, y logró movilizar a una base de seguidores leales que lo catapultaron a la Casa Blanca en 2016. Su victoria fue un hito sin precedentes, siendo el primer presidente sin experiencia militar ni política previa, y marcó un cambio radical en la política estadounidense. Y sorprendió de nuevo en 2024.
Sin olvidar, que tuvo una especie de jefe de debate inesperado: Elon Musk. Lo cierto es que Trump volvió a desafiar la política tradicional y sus votantes, comparten su misma visión de La Unión de Estados Americanos.