Hoy les contaré la historia del mítico ingeniero informático Tony Fadell, sin exagerar, este hombre cambió dos veces la historia de nuestro mundo, sus inventos se constituyen en un antes y después para la transformación de la
sociedad. Así de contundentes son sus hazañas.
Es el creador del iPod y el hombre que lideró el equipo para el diseño del teléfono móvil que lo revolucionaría todo: El iPhone. Después de esto nada volvería a ser como antes. Es un influyente a tiempo completo. Pero no piensen que estos dos revolucionarios productos surgieron como por arte de magia. El camino fue progresivo, tal vez en muchas ocasiones sin pensar que lograría establecer todo un hito tecnológico, aunque jamás
desistió de los prototipos que precedieron al iPod y el iPhone.
Tony Fadell es de origen libanés, vendía huevos en su época de primaria, estudió en la Universidad de Michigan y prácticamente al culminar su carrera profesional, diseñó unos dispositivos táctiles muy precarios, también hizo
miniportátiles, fundó su propia empresa y se embarcó en crear un reproductor de audio con disco duro incorporado. Y se comenzó a hablar de su talento, entonces la naciente Apple en cabeza de Steve Jobs se fija en Tony Fadell, para que los ayudara en la creación de un reproductor musical, apenas le dieron seis semanas para presentar su idea,
impresionó tanto que fue contratado y después del iPod, le dieron la tarea del iPhone.
Luego de tres años, Steve Jobs le dice a Fadell que desea que meta en el iPod, toda la tecnología para hacer posible la creación de un teléfono móvil y Apple jamás había hecho algo así. Y nace el iPhone. El resto es historia. La filosofía de Tony Fadell no tiene mayor complejidad, pero sí gran impacto. Dice que lo que realmente marca la diferencia son las ideas o productos que resuelvan problemas, pero advierte que el camino está lleno de fracasos, que es obligación convertirlos en aprendizajes.
Aconseja ser meticuloso con los detalles. Aquí destaca esta gran cualidad de Steve Jobs, pues el líder debe dar ejemplo del nivel de cuidado con todas las cosas. Lo contrario es caer en la mediocridad, afirma. Tony Fadell lideró tres generaciones de iPhone, pasó en Google una breve temporada y ahora impulsa empresas emergentes de tecnología. Esto significa que en cualquier momento, podría cambiar por tercera vez el mundo.