El reciente aumento en el patrimonio líquido del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, ha despertado preguntas sobre la transparencia de sus finanzas, pues en su declaración de renta de 2022, reportaba un patrimonio de $544.401.000 y deudas millonarias de más de $20 mil millones. Un año después, para 2023, su patrimonio creció a $2.011.351.000 y sus deudas bajaron abruptamente a $92.067.000. La pregunta que muchos se hacen es ¿cómo logró el alcalde pagar en un solo año más de $20 mil millones de pesos en deudas?
La respuesta a esta pregunta es crucial, y no solo porque cualquier aumento drástico en el patrimonio de un funcionario público siempre debe estar respaldado por explicaciones claras, sino porque la deuda era, a todas luces, una carga considerable que habría complicado las finanzas de cualquier persona en su situación. La falta de una explicación detallada sobre el origen de los ingresos extraordinarios necesarios para cubrir esta deuda no hace más que alimentar la duda.
Más aún, cuando el alcalde asegura que trabajó como Director de la Fundación Creemos Colombia durante este período. Sin embargo, esta fundación no presenta actividad financiera significativa, lo que deja en el aire la pregunta de cómo logró acumular ingresos para saldar una deuda millonaria y al mismo tiempo aumentar su patrimonio en tal medida, esto genera la preocupación de si la Fundación pudiera estar siendo utilizada como un vehículo financiero sin transparencia.
Pero el asunto no termina ahí. En su declaración de bienes y rentas como servidor público, Federico Gutiérrez reporta tener acciones por un valor de $1.503.660.000, sin especificar de que empresas provienen, esta falta de transparencia genera dudas sobre si su cargo como alcalde pudiera estar influenciado por intereses en empresas privadas. En su calidad de servidor público, tiene el deber de evitar cualquier conflicto de interés y de garantizar que su patrimonio, incluyendo acciones, sea transparente. Al no revelar en qué empresas invierte, no solo omite una información clave para la confianza ciudadana, sino que potencialmente expone a la administración pública a intereses privados.
A esto se suma otro aspecto inquietante y es que el alcalde de Medellin declara ingresos adicionales por un total de $5.388.872.854 sin especificar su origen. No es un detalle menor, considerando que, como servidor publico cualquier ingreso debería estar completamente detallado para evitar sospechas de que exista un beneficio indebido o una relación cuestionable con terceros.
Hoy los Medenillenses exigimos transparencia, es vital que el alcalde de Medellín rinda cuentas claras y precisas sobre el origen de su patrimonio y el pago de su deuda, su papel como servidor público requiere que su situación financiera esté libre de cualquier sombra de duda.