Se la disputan todos los que ganaron en las urnas en las elecciones para Congreso y Presidencia. La dimensión del pulso de poderes por la Contraloría, es descomunal. Serán horas decisivas.
Este jueves se convocó Congreso pleno para elegir. Son 10 los que llegaron a esta recta final, con el único propósito de conquistar la mayoría de los votos de senadores y representantes a la Cámara. Tienen claro que los apoyos en privado y público de los legisladores, padecen mutaciones rápidas. Es una certeza irremediable.
Esta realidad no se desafía, sino que se gestiona. Es una campaña no apta para ingenuos, lo contrario demostraría ignorancia. Hay que consentir la incertidumbre, ansiedad y ocultar el estrés, para fidelizar los votos. El triunfo se predice cuando se construye.
Los votos no se cuidan solos. Detrás de ellos se encuentran presiones, intereses, manipulación y muchos egos. Y como ya lo advertí al inicio, estamos frente a una contienda de ganadores y nadie quiere perder. Solo resta la sofisticada misión de administrar la confianza de los legisladores. Es lo que definirá el triunfo o la derrota. Habrá desilusión o euforia.
Una firma no es un voto. Un abrazo mucho menos y una declaración para los titulares, tampoco. Lo anterior se debe traducir en hechos irrefutables. La arquitectura política hay que construirla hasta último minuto, sino se derrumba, lo que cuenta es el pragmatismo. Lo demás, ya se encuentra obsoleto.
Nada es perfecto. Ni la democracia misma lo es. El mapa de los acontecimientos, nos demuestra que la elección del nuevo Contralor o Contralora, determinará en buena medida, la agenda de este nuevo Congreso y también, del inédito gobierno. ¿Cuál será el factor decisivo?
De los 10 candidatos, únicamente 4 tienen opción real de triunfo: María Fernanda Rangel, con amplia experiencia en el sector público, protagonista del acuerdo de paz con las Farc y de mucho carácter. Le sigue Carlos Hernán Rodríguez, la carta del Pacto Histórico. Y a una tercería, le apuntan Andrés Castro y Carlos Fernando Pérez, éste último en su discurso, se acercó mucho a los pilares del presidente Petro.
Solo falta votar. Pero estamos sin duda alguna, frente a la otra gran elección del año. ¿Habrá lealtad, disciplina, obediencia o sumisión? Pronto despejaremos la duda.