El Congreso sí interesa. Las elecciones del pasado domingo, fueron las más votadas en la historia de este ejercicio democrático. Las urnas no mienten, se evidenció que a los ciudadanos les importó la conformación del nuevo Senado y la Cámara de Representantes.
En 2018 fueron un poco más de 17 millones de votos, esa cifra fue superada el 13 de marzo por casi dos millones de sufragios adicionales. Es decir, los nuevos legisladores son los más votados, lo que implica siempre, un nivel de compromiso superior frente a los colombianos que depositaron su confianza.
La abstención se mantuvo en su histórico del 45%, esto significa que las proyecciones previas que anunciaban un bajón significativo de respaldo a los candidatos al Congreso, no ocurrió. Fue lo contrario, sufragaron más personas.
Otro dato para tener en cuenta, los más de 18 millones de votos a favor de las distintas listas a Senado y Cámara, superó en más de 5 millones de sufragios, a las tres consultas presidenciales. La gente se inclinó más por la elección legislativa. Las cifras no mienten.
La lógica de los comicios al Congreso es muy diferente a cualquier otro evento electoral. El trabajo de un legislador no se limita a cumplir con las sesiones de plenarias y comisiones, aprobar leyes, actos legislativos y ejercer control político. Va mucho más allá, la gestión en las regiones, por ejemplo, les genera una cercanía clave con la ciudadanía.
La presencia de los congresistas en los territorios, en particular las zonas de su origen, es constante. Esto permite un conocimiento detallado de las verdaderas necesidades de la gente, que en muchas oportunidades se convierten en debates de control político y se tocan puertas en entidades nacionales para buscar soluciones.
Fueron más de 18 millones de colombianos que decidieron apoyar a sus candidatos al Congreso. Es un hecho irrefutable de compromiso con la institución que es garantía plena de mantener la democracia. Creen en este cuerpo colegiado.
Y lo que viene. Dentro de estos 18 millones de votos, se inclinará la balanza el próximo 29 de mayo, de la elección presidencial. En este universo de sufragantes, se definirá el nuevo inquilino de la Casa de Nariño.