El programa Sábados Felices ha acompañado a varias generaciones colombianas, el personaje más celebre de Óscar Meléndez fue 'Rabiol Pedreros'; un cascarrabias que en cada escena hacía emerger el tono de sus molestias hasta que acababa con la frase "Es que con gente de mal genio no se puede tratar".
Fue hijo de una familia de actores y aprendiz de torero. Llegó a la televisión por el llamado de Alfonso Lizarazo, fundador de Sábados Felices. En 1972 el canal Caracol Televisión realizó una licitación para un programa de humor que se llamaría Campeones de la Risa y sería presentado los sábados.
Óscar Meléndez tuvo tres hijos y un matrimonio, fue fundador del Teatro Sucre y participó en varios montajes. Al momento de vincularse con el programa hacía parte de obras teatrales. La llegada de Óscar Meléndez tuvo un poco de azar "Me dijeron que no era capaz de ir a contar un chiste en televisión, y por no dejarme achantar decidí aceptar la apuesta”, declaró a la revista TV y Novelas en 2002.
[single-related post_id="691557"]
"Busqué gente que me resultara simpática, sin importar de dónde provenían o qué hacían", mencionó Alfonso Lizarazo en una entrevista a la revista Don Juan. Óscar Meléndez era aprendiz de torero. Meléndez era el que realizaba los libretos en la época de Lizarazo, como lo mencionó La Gorda Fabiola a El Tiempo.
"No solo hacía libretos, escribía comedias. Era un hombre con mucha visión para el humor, porque muchos de los principiantes que llegábamos a Sábados Felices pasaron las audiciones de Óscar. Así que tenía ojo para descubrir a un gran talento, a un gran humorista. A él muchos le deben la carrera, yo le debo la carrera", comentó la Gorda Fabiola.
Además Fabiola Posada lo recuerda como un gran maestro que desde el comienzo sabía dar consejos para enfrentar la tarima, enseñaba con el ejemplo "En escena tenía una serenidad única, no tenía que brincar ni saltar ni gritar para interpretar sus chistes y cautivar. Creo que el humor le costaba muy poco esfuerzo. Nació para eso", agregó La Gorda Fabiola a la entrevista a El Tiempo.
Don Jediondo lo recuerda como uno de los iconos del programa, "Se distinguía por su humor fino, su repentismo. Aunque cuando estaba en mi pueblo, mucho antes de ser humorista, no me perdía el programa, que era una cita de encuentro familiar, vine a conocer a don Óscar en 1994, cuando empecé a contar chistes ahí. Él y Carlos 'El Mocho' Sánchez me daban algunos consejos sobre repentismo e improvisación. Entonces sentí que había mucha solidaridad de parte del elenco con los que comenzábamos. De pronto compartimos escenarios unas dos veces y se retiró". comentó Pedro Gonzáles (Don Jediondo) a El Tiempo.
Meléndez falleció el dominfo 18 de mayo de 2015 en las horas de la noche, a los 82 años. Su salud se complicó debido a un trombo en el brazo derecho que tuvieron que amputar por la diabetes que padecía. La Gorda Fabiola mencionó que "aun así hacía bromas, decía que ahora sí podía hacer el show del 'Mocho' Sanchez", comentó a El Tiempo.
[single-related post_id="689846"]
Para Álvaro Lemmon, más conocido como el «Hombre Caimán» la muerte de Óscar Meléndez fue como una puñalada en el pecho. Agregó que fue muy duro ver morir a un integrante de 'Sabados Felices' "es una parte de mi familia", comentó al portal hsbnoticias.com.
Lemmon mencionó también que "Óscar Meléndez era muy vanidoso y le gustaba vestirse de saco y corbata. Además, como todo caleño le gustaba escuchar y bailar sala". Trabajó con el en la comedia 'Los tres ladrones'.
"Era muy estricto y perfeccionista, pues no soportaba que uno se presentara a las grabaciones sin haberse aprendido la letra del libreto”, dice el humorista."fue la primera persona que me escuchó contar un chiste, sin guitarra, y desde allí se convirtió en alguien clave en mi carrera", agregó a la entrevista a hsbnoticias.com
Óscar Meléndez, uno de los fundadores de Sábados Felices
Jue, 18/05/2017 - 11:52
El programa Sábados Felices ha acompañado a varias generaciones colombianas, el personaje más celebre de Óscar Meléndez fue 'Rabiol Pedreros'; un cascarrabias que en cada escena hacía emerger el