Un antiguo médico puericultor

Mié, 05/09/2012 - 09:01
Podría usar otros títulos para esta columna, por ejemplo el Primer Puericultor o Padre de la Puericultura. Ninguno de estos parece apropiado. Desde los primeros días de la humanidad existieron puer
Podría usar otros títulos para esta columna, por ejemplo el Primer Puericultor o Padre de la Puericultura. Ninguno de estos parece apropiado. Desde los primeros días de la humanidad existieron puericultoras, mujeres expertas en el cuidado de los infantes, alguna de ellas o muchas merecerían ser nombradas Madres de la Puericultura. Pero repetidamente la historia de la medicina ha olvidado la contribución femenina a ella. El personaje al que vamos a referirnos tampoco es seguramente el primer médico que escribió sobre crianza infantil. Pero lo hizo en un momento y una sociedad tal que nos hace admirarlo como antiguo y clásico puericultor, masculino. Se trata de Sorano de Éfeso quien ejerció medicina en Roma en la “feliz época” (según Maquiavelo y Gibbon) de los antoninos Trajano y Adriano en el ápex del Imperio, muriendo poco antes del nacimiento de Galeno (A. D. 130). Subrayo su vida inmediatamente anterior a Galeno porque éste con su titánica obra opacó muchos de sus predecesores, especialmente a sus colegas alejandrinos entre ellos nuestro Sorano. Ocuparse de la mujer embarazada y el niño pequeño no fue entonces ni es ahora la “especialidad” que proporciona al médico más relumbre social, aunque quizás es la más útil a la especie humana y la misma sociedad. Mencionamos los médicos de Alejandría menospreciados por Galeno porque Sorano también estudió allí, en esa meca del saber mediterráneo clásico. Galeno no gustaba de ellos por estar fragmentados en distintas escuelas y sectas. Igual pensaría de nuestra medicina actual y de hecho podemos reconocernos los médicos contemporáneos en las diversas actitudes que tomaron los alejandrinos ante la enfermedad. Los tres grupos principales eran: los Dogmáticos, quienes creían poder llegar a conocer las causas ocultas de las enfermedades por la razón y la disección (en Alejandría se hicieron las primeras autopsias). Los Empíricos creían imposible conocer las causas ocultas y basaban su medicina en la experiencia y tradición. Los Metódicos, escuela de Sorano, juzgaban poco importante aunque no imposible conocer las causas patológicas ocultas y basaban su medicina en la observación y clasificación de enfermedades. Este último grupo era menos teórico, más práctico y gozó de mucho prestigio en Roma antes de Galeno. La principal obra de Sorano que nos queda es su Gynaecia o Ginecología publicada varias veces por Johns Hopkins Press en autorizada traducción del Dr. Owsei Temkin, importantísimo catedrático de historia de la medicina fallecido hace diez años a los 99 años de edad. ¿Qué nos dice Sorano sobre el cuidado del recién nacido e infante? En Roma existían hospitales para gladiadores y legionarios pero no hospitales civiles. Estos fueron organizados doscientos años después por los cristianos: los primeros en Oriente por San Basilio el Grande en Capadocia y luego en la urbe del Tíber por Santa Fabiola. La medicina romana era esencialmente privada, doméstica y los médicos eran esclavos griegos de la casa o se conseguían en las galerías. Galeno por ejemplo se dio a conocer con publicitadas demostraciones en el Templo de la Paz. Bajo la ley romana el niño era propiedad del padre y no necesariamente bien cuidada: eran frecuentes el aborto, el infanticidio y el abandono. Al nacer la comadrona lo colocaba sobre las rodillas del padre (de ahí primogénito o primero colocado sobre las rodillas que en latín es genu como en genuflexión) y se decidía: ¿merece este recién nacido ser criado o no? Sorano ofrece unos criterios para esa decisión: la madre no debe haber sufrido enfermedad grave, el parto ha ocurrido tras nueve meses lunares o por lo menos siete, el niño no tiene malformaciones graves en su cuerpo y orificios, llora vigorosamente y reacciona adecuadamente cuando lo presionamos con los dedos. A nuestros ojos no es muy ética la situación pero por lo menos hay observación cuidadosa del recién nacido y su vida no depende exclusivamente del padre. Imagínense el conflicto si un médico como Sorano juzgaba que el niño debía ser criado pero el padre quería abandonarlo. En nuestros tiempos se dan situaciones parecidas. Aristóteles, quien no era médico, propuso en su Política que acostumbrar al niño al frío desde su edad más temprana era excelente para prepararlo al servicio militar. Sorano rechaza de plano esas medidas porque el frío hace daño a todos los recién nacidos. Sobre la alimentación, dice Sorano, “téngase por seguro y teniendo en cuenta todas las cosas: es mejor alimentar al niño con leche materna pues él está más adaptado a ésta y la madre se encariña más con el recién nacido”. También escribió sobre el cólico del infante, la dentición y otros muchos temas de puericultura. Valiente fue Sorano al tocar estos problemas en un libro de medicina en una cultura machista como la romana. Todavía hoy algunos colegas consideran la puericultura “pueril” (importante sólo para la infancia y no la adultez), trivial (conocida por todos) y femenina (asunto exclusivo de mujeres). Están equivocados.
Más KienyKe
En entrevista con KienyKe.com, Pabllon Vittar nos habla de su nueva colaboración 'Fantasía' y otros detalles de su carrera.
En entrevista con KienyKe.com, Margarita Rosa de Francisco, habla de cómo se preparó para 'El paraíso', su nueva película.
En una carta de cuatro páginas, el excanciller Álvaro Leyva irrumpe en la escena política con una acusación que sacude los cimientos del poder.
La Navidad se convierte en el escenario perfecto para desenterrar tensiones familiares, ironías y verdades incómodas en 'Diciembre', la obra que está en temporada en la Casa del Teatro Nacional