Así como las fotos de Mauricio Vélez –sobre curas pederastas- al expresidente Uribe le resultan una cuestión de depravados, el reguetón (muchas letras) le parecen pornográficas al joven actor Sebastián Martínez.
Los temas no están relacionados pero coinciden por estos días, cuando lo que para unos es “artístico” y para otros despreciable. Hablando del reguetón, es la música que más escuchan y bailan los muchachos de hoy, en tanto que las emisoras que lo difunden ocupan los primeros lugares de sintonía.
Martínez dice que le gusta el reguetón “pero no quiero más letras que sólo hablen de sexo”. Y lanzó una campaña para enfrentar esa “pornografía auditiva”, con mensajes que lo apoyen.
Martínez, casado con la exreina Kathy Saenz (defensor vehemente del matrimonio), parece fastidiarse con tantas letras ramplonas y sexuales, y ha puesto su cara y su voz para gritar ¡no más!
Martínez dice que le gustan muchos reguetoneros colombianos que son chéveres, que además están triunfando mundialmente, “pero las figuras públicas tenemos un compromiso social. Hay una responsabilidad social que debemos asumir de la mejor manera. No solamente hay que hablar de sexo, hay millones de cosas más y mucho más importantes. Entonces, nada, que viva el amor; el matrimonio”.
En su opinión, “a la mujer se le debe amar por lo que es y merece que todos le den el valor que ella tiene y esto es necesario infundirlo también en los niños”.
La campaña está planteada con esta etiqueta: #Nomáspornografíaauditiva”.
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