No había terminado sus estudios de derecho en la Universidad de la Sabana cuando la eligieron concejal de la ciudad, se graduó, sin notas destacadas, cuando ya ejercía como presidenta de la corporación, a sus 25 años.
Ella dice, con voz de niña consentida, que la atacan por su juventud y por ser mujer, pero que trabaja muy duro, sábados y domingos.
Es feliz. Casada con un piloto, 3 años mayor. Le gustan los vallenatos por su origen costeño y “en la otra música” prefiere a Arjona, que para algunos habla bien y mal de ella.
¿Cuando un compañero de estudios le dice doctora, cómo se siente?
Es bastante gratificante y adulador, claro que sí.
¿Le gusta que le digan doctora?
Me dicen de muchas formas. Yo tengo apodos hasta en mi casa. Allá no me dicen Maria Clara, sino Cayita. Porque mi mamá se llama Maria Clara también. Me gusta de cualquier forma, no tengo problema con eso.
Utilizó la palabra adulador. ¿Cree que llamarla doctora es adularla?
Sí. Me gusta el respeto que me tienen.
María Clara es Name, de la familia de José Name Terán, jefe político costeño, señalado en su tiempo de clientelista y otras cosas…
José Name es mi tío abuelo, tío de mi padre (Iván, senador por el Partido Verde, 10 mil votos). Hemos ejercido la política, los Name Terán, los Name Vásquez también. La familia tiene dos senadores en el Congreso. Nos hemos dedicado los Name Vásquez más a Bogotá, no tanto a la Costa. Ha sido nuestro nicho principal. Los Name Terán se han dedicado a trabajar en la Costa arduamente y nosotros aquí en la capital.
Resulta odioso que familias enteras se dediquen a la política, a vivir del Estado….
Yo respeto las diferentes posiciones, pero debo destacar que vengo de una familia política, que ha hecho las cosas de la mejor manera, sin tacha alguna. No hay nada que puedan endilgarnos realmente. Nosotros hemos venido beneficiando a las comunidades y trabajando por las causas sociales.
A María Clara le resbalan las críticas de corrupción que le hacen a su tío abuelo…
Nunca realmente se le llegó a comprobar que tuviera algo negativo. Todo lo contrario, yo también conozco muchas personas que han destacado la gran labor que hizo.
¿Cómo le ha ido en el Concejo capitalino?
La tarea no ha sido fácil. El Concejo, es de público conocimiento, no atraviesa por su mejor momento. Se ha hecho una gestión ardua desde la mesa directiva del Cabildo de Bogotá. Se han vivido situaciones que nunca habían pasado, como el tema de recusaciones, impedimentos y demás, pero he hecho una labor bastante satisfactoria. Se me ha convertido más en un reto personal el asumir este cargo tan importante.
Muchos se quejan de su inmadurez, falta de experiencia y conocimiento de la cosa política para manejar los destinos del Concejo…
Claro que sí. Cuando no tienen mucho que hablar de uno, buscan supuestas debilidades, aspectos como la juventud, el hecho de ser mujer. Pero lo he hecho con toda la seriedad y responsabilidad que merece el cargo.
¿Usted cree que si la critican es por ser mujer y joven, no por ser mala funcionaria?
Claro que no. Mi profesión me ha permitido también tener el conocimiento previo. No puedo negar que tengo asesorías jurídicas y hemos hecho todo de acuerdo a la ley y las normas, la constitución.
La última encuesta de “Concejo Cómo vamos” muestra un déficit de la imagen del Concejo. El 63 % respondió que es una entidad que no funciona. Dicen que usted es culpable, en buena parte…
En primer lugar en el Concejo de Bogotá, como mencioné inicialmente, se han vivido situaciones que nunca se habían dado, como el hecho de que un Concejal recusara a nueve compañeros por votar positivo en un proyecto. En nuestro reglamento interno no está regulado el tema de impedimentos ni recusaciones. En segundo lugar el señor alcalde en sus diferentes proyectos nos ha citado dos veces a sesiones extraordinarias, 60 días aproximadamente, para estudiar sólo lo que él estima conveniente.
¿Cuántos proyectos se han aprobado?
Hemos aprobado cuatro proyectos de acuerdo en el Concejo, uno de ellos, necesitábamos destrabar primero el cupo de endeudamiento. El tema de las recusaciones se resolverá para poder entrar en este proyecto tan importante.
¿El Concejo se ha dedicado a frenar las iniciativas de Petro?
No pienso que a frenar las iniciativas. Han sido situaciones que nunca se han vivido dentro de la Corporación.
Cupo de endeudamiento frenado, todo lo relacionado con los avances sociales… es decir, ¿usted es la jefe de la oposición en la administración?
No, siempre he manejado una posición de independencia. Por ejemplo en el proyecto de valorización de la administración, lo voté positivamente. Tengo que decirlo. Apoyo las iniciativas que están a favor de la ciudadanía, en primer lugar. Pero no renunciando al control político.
¿Cómo es posible que un copartidario suyo, José Juan Rodríguez, esté en la cárcel y usted todavía no haya resuelto el tema de su reemplazo?
Como pertenezco a su partido me declaro impedida y la plenaria acepta el impedimento. Está en manos, entonces, de los vicepresidentes resolver el asunto.
Hay quienes sostienen que usted es instrumento de concejales corruptos que han hecho mayoría y controlan la corporación...
No, como bien decía, me he comprometido a actuar independientemente, de acuerdo con la ley, las normas y la constitución. Eso he hecho.
¿Qué tanto influyen en usted los “cacaos” del Concejo?
Respeto enormemente el tiempo que llevan en el Concejo de Bogotá pero -como he dicho- manejo una posición de independencia, como me comprometí desde el primer día como Presidenta de la Corporación.
¿Le concedió irregularmente una licencia al detenido concejal Rodriguez?
Es un trabajo que le corresponde a los grafólogos, para determinar la veracidad de afirmaciones sobre una supuesta falsificación de firmas.
A veces salgo a las 10 de la noche de trabajar en Mesa Directiva. La licencia llega cuando el concejal ya tiene su medida de aseguramiento. Llega alguien de su oficina y lo radica porque aún está abierta a esa hora la presidencia. Y lo que me corresponde como Presidenta de la Corporación es resolverlo en primer lugar.
¿Y resuelve ayudarle al colega y amigo?
Claro que no. Recibí conceptos de diferentes instancias en las cuales me decían que no se podía otorgar esa licencia. Pero no podía tomar esa determinación inmediatamente hasta que no me fuera aprobado o negado el impedimento.
¿Quién presenta esa primera carta pidiendo la licencia?
Él la pide directamente. La presenta la secretaria privada del Despacho.
En ese momento él estaba en Paloquemao…
Él ya tenía la medida de aseguramiento. Tengo entendido que había dejado la carta en su oficina ante cualquier eventualidad.
¿Qué tanto los cálculos partidistas que hacen ustedes impiden el desarrollo de la ciudad?
Cada cual trabaja con independencia.
¿Le sorprende que la Fiscalía venga, cada cierto tiempo, a llevarse a un concejal por la comisión de delitos contra Bogotá?
He aprendido a conocer un poco más a los colegas. La presidencia hace que uno tenga más contacto con cada una de las personas que lo acompañan. Me sorprendí, por ejemplo, que un concejal fuera capaz de recusar a sus compañeros. Fue una gran sorpresa.
Hay concejales que participaron en el carrusel de contratación. Y lo ha habido criminales, como el que ordenó matar a su esposa…
El tema del Concejal que mató a la esposa no me tocó a mí. Eso habría sido bastante impactante. Cada uno tiene su estilo. El concejal Marco Fidel protege mucho a la familia, y otros buscan sus votos de otra manera. Yo tengo respeto por todos.
¿Se aplica el Código de Ética?
Realmente sirve, aunque hay que hacer unos ajustes. No es un secreto que tiene algunas cosas desactualizadas. Nos permite poner freno al irrespeto, suspender el uso de la palabra a un concejal, e incluso exigirle a la fuerza pública su retiro.
¿Votará por la reelección de Santos?
No me disgusta el presidente Santos, pero tampoco he tenido la oportunidad de analizar mucho este voto. Estoy estudiándolo.
¿Se acabó el Partido Verde?
Siempre he pensado que el Partido Verde ha sido una opción diferente para la ciudadanía. Tenemos la verde esperanza de que el partido vuelva a resurgir.
¿Apoyaría a Peñalosa como candidato presidencial?
Don Enrique Peñalosa es de nuestro Partido Verde. No me disgusta su candidatura, pero en su momento lo analizaremos.
¿Está más con Santos que con Peñalosa?
Me gusta mucho la concepción de ciudad, de país, que tiene Peñalosa.
La buena suerte de María Clara y la mala de Bogotá
Lun, 26/08/2013 - 15:56
No había terminado sus estudios de derecho en la Universidad de la Sabana cuando la eligieron concejal de la ciudad, se graduó, sin notas destacadas, cuando ya ejercía como presidenta de la corpo