En estos tiempos de álgido debate electoral, muchos son los candidatos que han tomado las banderas de la educación como el tema central de su campaña, todos prometen una educación universal de calidad, cosa que, bajo el actual modelo, nacido y mantenido desde la revolución industrial; es algo difícil de garantizar, especialmente en un país como Colombia, donde su inmensa ruralidad y geografía imposibilitan, en muchos lugares, desplazar un docente por decenas de kilómetros de carretera, ríos o trochas para que le de clase a tres niños.
Pero no solo es este el problema, también se encuentra en la concepción de educación que tiene el Gobierno pues, como lo dije antes, está anclado al modelo de la revolución industrial, donde, en serie, ingresan un numero determinado de alumnos a las aulas de clase, de inmensos colegios -industrias educativas- donde los bombardean con información de la cual la mayoría no es de su interés y se les pasa por un proceso de control de calidad -evaluaciones- para así ir promoviéndolos de ciclo en ciclo de producción educativa hasta entregar un producto finalmente educado que cumple con los estándares mínimos para ser perfeccionado en una universidad y entregarle una maquina de trabajo a la sociedad.
Este paradigma industrial de la educación poco a poco encuentra su ocaso con las nuevas tecnologías de la información. En primer lugar encontramos recursos como Youtube a través de los cuales los jóvenes están hallando soluciones eficientes a sus tediosas clases en los claustros educativos, allí, a través de excelentes “youtubers” que transmiten el más especializado y didáctico conocimiento, suelen aprender de forma versátil y amena, en pocos minutos, lo que no han podido entender en semanas yendo a su colegio, no solo eso, en YouTube o canales de otras redes sociales, encuentran el conocimiento específico que quieren adquirir sobre un tema en particular sin tener que soportar años enteros de conocimiento que consideran absurdo para al fin acercarse a un tema sobre el cual tenían expectativa, hoy en día los jóvenes pueden aprender más fácil sobre informática, idiomas, historia o ciencia a través de las redes sociales que en su escuela o colegio.
Y cuando el nivel de curiosidad va mas allá de las redes sociales, aparecen herramientas como los video-tutoriales, donde paso a paso y a su propio ritmo, pueden especializarse en el tema que quieran e incluso llegar a tener un conocimiento mucho mas avanzado que el de los docentes de su colegio.
Con el auge de la Realidad Virtual (VR por sus siglas en inglés) ésta revolución va mucho mas allá. Pronto, empresas TIC ofrecerán programas educativos piloto donde a través de una suscripción usted podrá acceder al programa que quiera, en la universidad del mundo que quiera en programas de “presencia virtual”, lo cual le permitirá escoger el mejor horario en los días que quiera para asistir a un aula verdaderamente virtual en la que podrá compartir con personas de todas partes del mundo, una cátedra en un ambiente simulado, en medio de un tranquilo bosque, un amplio desierto o una bella playa, desde la comodidad de su hogar.
Lo anterior puede sonar un poco loco, pero así será, lo más espectacular de esto es que en pocos años, la educación, a través de la VR y las conexiones satelitales, llegarán a los lugares más remotos de la tierra sin ningún problema, un nativo, estudiante de medicina en medio de la amazonia podrá acceder a su clase presencial-virtual en el horario más cómodo para él, con el mejor docente del mundo en bioquímica, con traducción simultánea y encontrarse con compañeros de Afganistan, India, Mongolia, Estados Unidos, Rusia y China; desde la comunidad de su hogar sin abandonar su resguardo.
Igual pasará con el niño campesino que vive en la finca más remota de la vereda mas remota del Vichada, allí, con un dispositivo VR y acceso a Internet satelital, podrá asistir a la clase de matemáticas con el mejor docente de matemáticas de Colombia o el mundo sin mayor esfuerzo.
Esta universalidad del acceso a Internet está a la vuelta de la esquina, Elon Musk, CEO de SpaceX, ya ha puesto en órbita doce de los cuatro mil satélites que tiene programados para llevar Internet a todos los rincones de la tierra, la VR es un hecho y para hacer realidad este nuevo paradigma educativo solo queda faltando un ordenador que puede recargarse con energía solar en aquellas zonas tan remotas que ni siquiera llegue la energía eléctrica, con estos tres recursos, cualquier ser humano, de cualquier rincón del mundo podrá llegar a ser un PhD en lo que prefiera, sin necesidad de hacer presencia física en “Industrias Educativas”.
Estas nuevas formas de adquirir conocimiento son la verdadera revolución educativa y social; es hacia donde deben dirigir sus miradas los gobernantes de los próximos años en naciones habidas de desarrollo como Colombia.
