Este 13 de agosto se cumplen 22 años del asesinato de Jaime Garzón Forero, uno de los periodistas, humoristas y críticos más importantes del siglo XX en Colombia. A través de programas como Quac, Zoociedad Tv, Noticiero CM& o La Lechuza, sus personajes y palabras lograron instalarse en el corazón y la memoria de todos los colombianos.
Por años, Jaime Garzón le hizo frente al proyecto paramilitar en Colombia, que crecía en forma descomunal y empezó a permear hasta las instancias más altas del poder político y judicial. Eso, por supuesto, de la mano con otros grandes males como la violencia y el narcotráfico.
Una de las características del humor político de Jaime Garzón era darle vida a un sinnúmero de personajes por medio de los que criticaba el accionar de algunas personas, organizaciones o movimientos. Quizá el más emblemático fue Heriberto de la Calle, con quien llegó a protagonizar picantes entrevistas con personajes de la farándula, políticos y actores de la guerra en Colombia.
En alguna ocasión, con su personaje de Heriberto, Garzón entrevistó a Francisco Antonio Cadena Collazos, reconocido entonces con el alias de “Cura Camilo” en las filas de las Farc. “¿Dónde están los soldaditos que se llevaron?”, fue una de las preguntas incómodas del periodista.
A esta lista de personajes se unen la reportera Inti de la Hoz o “la reportera gomela”; Jhon Lenin, un líder estudiantil que no se medía en palabra a la hora de criticar la desigualdad en el país; o Godofredo Cínico Caspa, un estudioso conservador con el que el periodista parodiaba las posiciones políticas más rígidas de aquel momento.
Tampoco se puede olvidar al mítico celador del “Edificio Colombia”, el señor Nestor Elí, o a Dioselina Tibaná, con la que daba vida a una empleada de servicio del Palacio de Nariño que se codeaba con los chismes más candentes de la clase política del país.

No obstante, sus papeles son tantos que es muy difícil enumerarlos todos. Al final, la estigmatización del pensamiento diferente y de todo aquel que luchaba por los Derechos Humanos, convirtió a Garzón en un objetivo militar de las fuerzas oscuras y criminales del paramilitarismo. Años después se demostraría que apoyados por fuerzas del Estado.
Como una crónica de una muerte anunciada, 13 de agosto de 1999 la crítica de Garzón fue silenciada por dos sicarios que lo asesinaron mientras se dirigía a la emisora donde trabajaba. En varias ocasiones el periodista había manifestado ser víctima de amenazas de muerte.
Tuvieron que pasar 17 años para que el crimen de Jaime Garzón fuese declarado de lesa humanidad en 2016. Para entonces empezaba a ser clara la participación de agentes del Estado en la planeación del crimen. No obstante, hasta 2017 la única condena reposaba sobre un muerto: el líder paramilitar Carlos Castaño.
En 2018 se dio la segunda sentencia, esta vez contra el exdirector del DAS, Miguel Narváez, quien recibió 30 años por ser determinador del crimen. Luego de una apelación del exfuncionario, la pena final fue de 26 años. Decisión que reafirmó la Corte Suprema de Justicia en febrero de 2021.
Otras personas vinculadas se encuentran en la cárcel (sin condena), han sido asesinadas o son actualmente investigadas. Algunos son el coronel Jorge Plazas Acevedo, quien está en la cárcel; el general Rito Alejo del Río, quien es investigado; y el general Mauricio Santoyo, señalado de ser el coordinador de una estrategia para desviar la investigación.