Victoria Hernández Salcedo, a la corta edad de 6 años hizo parte de musicales y obras de teatro infantiles en el teatro Colón de Bogotá junto al grupo José Agustín Pulido Tello.
Fue una de las fundadoras del Teatro La Candelaria, siendo esa su época de estudiante, en el que llegaba a los ensayos con el uniforme del colegio y los libros con los que estudiaba, y poco a poco fue surgiendo su amor por la actuación.
Es una actriz que tiene un carácter fuerte y se entregó a cada uno de sus personajes. Esto le ayudó a interpretar todo tipo de papeles, desde abuela, madre, tía, hermana, solterona e incluso de bruja.
Ha sido nominada a seis Premios India Catalina, en los que fue ganadora en cuatro ocasiones por las producciones ‘Azúcar’, ‘La casa de las dos palmeras’, ‘Vivir la vida’, ‘Escobar, el patrón del mal’ y ‘La traicionera’.
Su participación en ‘Escobar, el patrón del mal’ fue una de sus últimas apariciones en la pantalla chica, en el que personificó a la madre del protagonista y fue el gran cierre para su carrera artística.
Victoria tiene un total de 23 apariciones en el cine colombiano, en las emblemáticas películas que marcan la historia del país como ‘Condores no se entierran todos los días’, ‘La mansión de Araucaima’, ‘Crónica de una muerte anunciada’, ‘La estrategia del caracol’ y ‘Satanás’.
Reconoce que ha surgido talento joven y que poco a poco la juventud se está apoderando de las pantallas y ,según ella, ya no causa ningún interés para que esté en los diarios y la televisión.
Los dialectos de las regiones de Colombia no han sido un impedimento para interpretar a la perfección sus personajes ya que ha pasado por antioqueña, tolimense, costeña, santandereana y vallecaucana.
Uno de sus más lindos recuerdos de la actriz colombiana fue en el 2008, en el medio del Festival de Cine de Cartagena de Indias, cuando se le concedió el Premio India Catalina a su vida actoral como homenaje a su trayectoria.
A sus 77 años se encuentra retirada de los escenarios y de la vida pública, ya que desde que era pequeña se dedicó a los escenarios. Ahora lo más importante para Vicky es vivir al máximo y dejar su pasado atrás.