El futuro del proceso de Álvaro Uribe por supuesta manipulación de testigos está a punto de definirse. El fiscal Gabriel Jaimes tiene plazo hasta el próximo sábado 6 de marzo para decidir si acusará al expresidente por la presunta comisión de los delitos de soborno y fraude procesal o, por el contrario, solicitará ante un juez la preclusión de la investigación.
En redes sociales ha cogido fuerza la teoría de que el delegado de la Fiscalía se irá por esta última opción y no llevará a juicio al exmandatario por “falta de pruebas” o, así como dice la defensa, “porque Uribe Vélez no cometió ningún delito y por esa razón no puede ser condenado injustamente”.
Hasta el senador Iván Cepeda, acreditado como víctima del presunto delito, cree que en el proceso de Álvaro Uribe se solicitará la preclusión. Al manifestar su desacuerdo sobre la forma en la que el fiscal Gabriel Jaimes ha manejado la investigación, aseguró en su cuenta de Twitter que en este caso hay “impunidad anunciada”.
“Lo hemos advertido con toda claridad: sin fundamento probatorio, con la parcialidad que ha caracterizado sus actuaciones, desconociendo miles de pruebas reunidas por la Corte Suprema de Justicia, en los próximos días fiscales Jaimes y Barbosa pedirán precluir proceso Uribe y dar golpe a la justicia”, escribió el parlamentario.
Sin embargo, todavía no se sabe a ciencia cierta cuál será la decisión del fiscal Gabriel Jaimes y, a pesar de las especulaciones, el proceso de Álvaro Uribe podría tomar un rumbo diferente. ¿Qué significa la preclusión y qué pasa si la Fiscalía la solicita en este caso? El abogado Juan Camilo Sanclemente respondió los cuestionamientos en diálogo con KienyKe.com.
El experto explicó que la preclusión, consagrada en el artículo 331 del Código de Procedimiento Penal, consiste en la terminación del proceso. En este caso, lo que pasaría es que el fiscal Gabriel Jaimes presentaría la solicitud ante un juez de conocimiento para que este, teniendo en cuenta los argumentos puestos sobre la mesa, le dé fin a la investigación porque no habría méritos para continuar con la acción penal.
“La audiencia de solicitud de preclusión se hace después de que la Fiscalía realice una labor investigativa y en ella encuentre los elementos materiales probatorios que evidencien que la persona a la cual se está investigando, en este caso el expresidente Álvaro Uribe Vélez, no cometió ningún delito. En virtud a ello, lo que haría la Fiscalía es pedir ante un juez de conocimiento que se fije la audiencia de preclusión y allí manifestará los argumentos y las pruebas en los que se sustenta y justifica su solicitud”, indicó el penalista.
¿El proceso de Álvaro Uribe termina allí?
Puede que sí y puede que no. Juan Camilo Sanclemente indicó que, tras la solicitud, será el juez de conocimiento quien tomará cartas en el asunto: podrá darle la razón a la Fiscalía y precluir la investigación o, por el contrario, podrá rechazarla y en ese caso continuaría la acción penal.
“Si se decide no precluir, la Fiscalía tiene la potestad de seguir recolectando pruebas que evidencien que el expresidente no cometió dichos delitos y en su defecto volver a solicitar la preclusión atacando la primera decisión. Esto se hace porque la Fiscalía no puede enfrentar un juicio si no encuentra materiales probatorios que demuestren que la persona sí cometió esas conductas punibles”, indicó.
Sin embargo, el penalista señaló que también existe el escenario de que la Fiscalía continúe con la recolección de pruebas, decida acusar al expresidente Álvaro Uribe Vélez, consiga someterlo a juicio y logre la condena por soborno y fraude procesal. En ese caso, también tendrá que sustentar por qué cambió de decisión y cuáles son las pruebas que incriminan al exmandatario.
Por último, mencionó que en caso tal de que el juez precluya el proceso de Álvaro Uribe, es posible pedir que la decisión sea apelada. El recurso podrá ser interpuesto por el representante de la víctima, que en este caso es el apoderado del senador Iván Cepeda, o por el delegado del Ministerio Público. Dicho recurso deberá ser resuelto por el superior jerárquico.
