Un hombre fue condenado por el Juzgado Primero Penal del Circuito de Soacha (Cundinamarca) a la pena máxima de 60 años de prisión por el cruel asesinato de su tía, quien era una madre comunitaria, y su prima de tan solo ocho años de edad.
Los hechos ocurrieron el 19 de junio de 2019 en el barrio Villa Mercedes del municipio cundinamarqués. El sujeto fue declarado responsable de los delitos de homicidio agravado y hurto calificado, y el funcionario judicial determinó que, por este hecho, deberá permanecer en la cárcel La Modelo de Bogotá.
El hombre asesinó a su tía y a su prima por el robo de cinco millones de pesos. En medio de la investigación fue posible demostrar que el sujeto estuvo en el lugar en el que se encontraron los cuerpos de las víctimas e intentó de múltiples formas desaparecer la evidencia que lo comprometía.
Además, se halló el arma cortopunzante que usó para atacar a sus familiares.
Así fue la investigación según la Fiscalía
La Fiscalía General indicó que los primeros pasos de la investigación apuntaron a que alguien cercano o de confianza de las víctimas estaría detrás del cruel crimen. La razón es que las chapas, ventanas y tejas de la vivienda en la que fueron encontrados los cadáveres no estaban forzadas o deterioradas.
"En la inspección al inmueble se constató que un colchón y un bafle estaban perforados. Uno de los hijos de la mujer aseguró que del parlante fueron sustraídos cinco millones de pesos que su madre había ocultado. Señaló que su primo sabía que en el artículo estaba guardada esa suma de dinero y lo culpó de algunos robos que se presentaron en la familia", contó el ente investigador.
El sobrino de la madre comunitaria asesinada fue citado a versión libre y en la diligencia los funcionarios judiciales se percataron que el joven tenía varias heridas en las manos. Al ser cuestionado sobre las lesiones, aseguró que fueron ocasionadas con una escalera pero estas parecían heridas de cuchillo.
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Ante las sospechas, el hombre fue requisado y se le halló una navaja ‘pata de cabra’ de tres hojas. Según la Fiscalía, en los análisis realizados al arma se constató que tenía rastros de sangre.
"Esta evidencia fue contrastada con algunas manchas que también se encontraron en el parlante y en diferentes lugares de la casa donde se presentó el asesinato", resaltó.
El ente acusador señaló que los resultados fueron concluyentes, pues las muestras de sangre coincidieron y pertenecían al hombre hoy condenado por robarse los cinco millones de pesos.
"En allanamiento a la residencia de esta persona, también se detectó sangre en el lavadero, la ducha, una habitación y una toalla. Las pruebas forenses permitieron conocer que varias partes del inmueble fueron limpiadas y algunas prendas lavadas para borrar los vestigios del homicidio. La chaqueta que el hombre usó el día del crimen no fue ubicada. El homicida la desapareció; sin embargo, pudo detallarse en varios videos de cámaras de seguridad recuperados en distintos puntos que recorrió", finalizó la entidad.
