Luis Alonso Colmenares aseguró que, a pesar de que no ha habido justicia, ya perdonó a las personas a las que la Fiscalía señaló como responsables del asesinato de su hijo Luis Andrés en esa noche de Halloween de 2010 tras haber salido de fiesta a un bar ubicado en la zona rosa de Bogotá.
En diálogo con KienyKe.com, contó que antes de conocer la decisión del Tribunal Superior de Bogotá, en la que se confirmó la absolución de Laura Moreno y Jessy Quintero, realizó un ejercicio personal de sanación porque él y su familia quieren seguir con su vida después de tantos años de espera y lucha por esclarecer quiénes fueron los culpables del fallecimiento del joven estudiante.
A pesar de que este miércoles 19 de mayo la sala falló en favor de las dos acusadas por duda razonable, el papá de Colmenares comentó que sigue firme en la idea de que la muerte de su hijo sí se trató de un homicidio basándose en las pruebas aportadas por la Fiscalía en medio de la investigación, y que las dos jóvenes "hicieron un pacto de silencio para mantener ocultas las causas y autores del crimen".
Sin embargo, confesó que se siente cansado de haber pasado por tanto dolor y por tantas noches en vela preguntándose el porqué su hijo ya no está. Así que aseguró que, aunque no desfallecerá, el camino que le queda por ahora es seguir recordando estos hechos sin odio, sin rencor y sin ira, pues tiene la convicción de que Luis Andrés, desde el cielo, sabe que él, su madre y hermano “jamás se quedarán quietos para que su muerte quede en la impunidad”.
“Juro, ante Dios y la memoria de mi hijo, que jamás he claudicado ni un solo día para que haya justicia. Siento que ya he perdonado, he orado mucho para aceptar la voluntad de Dios y sanar. Y claro que no podré borrar la cicatriz ni la marca de la ausencia de Luis Andrés porque ¿Cómo me la quito?, pero tengo que seguir con mi vida porque no hay de otra, sin embargo, seguiré en el camino de buscar la verdad y justicia ”, manifestó.
Las razones del tribunal
El Tribunal Superior de Bogotá confirmó, por duda razonable, la absolución de Laura Moreno y Jessy Quintero, las dos principales protagonistas de este caso que se convirtió en una de las novelas judiciales más mediáticas y dramáticas de la historia reciente de Colombia.
Moreno fue investigada por la supuesta comisión del delito de homicidio agravado a título de coautora, mientras que Quintero fue procesada como presunta autora de encubrimiento en concurso heterogéneo con falso testimonio.
Esta última decisión, que fue leída por el magistrado Jairo José Agudelo Parra, ratificó el fallo proferido en 2017 por Paula Astrid Jiménez Monroy, Jueza Once Penal del Circuito de Conocimiento de Bogotá.
El togado explicó que en este proceso se aplicó el principio in dubio pro reo, el cual significa que, en caso de duda, se favorecerá a las acusadas. Concluyó que en medio de la investigación ninguno -Fiscalía o defensa- logró demostrar la teoría de que la muerte de Luis Andrés Colmenares se haya tratado de un homicidio o un accidente.
Reviva aquí la lectura del fallo:
"En últimas, luego de analizar todas las pruebas e incidencias practicadas en juicio oral, condenar como lo reclaman los apelantes no es posible por cuanto el tribunal no alcanzó, definitivamente, un conocimiento más allá de toda duda, no solo respecto al delito de homicidio sino a la responsabilidad que le sería con sustancia. Tampoco desde luego sobre la inocencia de las acusadas", dijo.
Y agregó: “En tales circunstancias y en sano criterio valorativo, no hay otra salida posible que absolver, ya que el estándar de prueba que en los términos del Código de Procedimiento Penal se demandan para condenar no se verifican al punto que resulta insostenible predicar que la teoría del caso de la Fiscalía fue demostrada, tampoco la defensa, todo ello en el marco de la libre valoración de la prueba. Y no se trata de un estado de duda expresión de la subjetividad de la sala, sino del estudio racional y objetivo de la prueba y su valoración".
El magistrado también lanzó duras críticas al trabajo del perito Máximo Duque, quien en octubre de 2011 presentó un informe en el que expuso los resultados de una segunda necropsia luego de hacer una exhumación al cadáver de Luis Andrés en el cementerio de Villa Nueva, ubicado en La Guajira.
Según indicó, el procedimiento estuvo "plagado de errores" porque no se cumplió con los estándares requeridos para este tipo de casos y las técnicas que fueron empleadas "no permitieron validar las pruebas".
Por ejemplo, cuestionó en el procedimiento se alteró la posición original del cadáver, había una mezcla de los restos con otros materiales e, incluso, las fisuras evidenciadas en el cráneo de Luis Andrés Colmenares podrían haber sido ocasionadas tras la exhumación.
“No se aplicó ninguna clase de rigor en los métodos, ni se aseguró de que hubieran condiciones que garantizaran la no alteración de la evidencia", afirmó.
Duras críticas a la decisión
El papá de Colmenares aseguró en diálogo con este medio que, aunque la familia acata la decisión del Tribunal Superior de Bogotá, le parece decepcionante que la conclusión, después de cuatro años de espera, haya sido que “no se puede determinar que todo se haya tratado de un homicidio” cuando “las pruebas son determinantes e incontrovertibles”.
Según dijo, en el juicio se logró demostrar que fue un asesinato tal como lo determinó el magistrado del mismo tribunal José Joaquín Burbano, quien en 2014 profirió el fallo que absolvió a Carlos Cárdenas, el exnovio de Laura Moreno que fue acusado de haberle propinado a Colmenares una brutal golpiza esa madrugada del 31 de octubre de 2010.
En esa decisión, el togado, a pesar de que indicó que no había evidencia de que Cárdenas haya participado en la golpiza, descartó que el fallecimiento del joven estudiante haya sido por causa de una fuerte caída.
Cabe recordar que, para la Fiscalía, Luis Andrés fue víctima de una agresión que le provocó "un estado de inconsciencia que les facilitó a sus agresores ocultarlo en el caño El Virrey en donde falleció producto de fenómenos como depresión del sistema nervioso central, trauma craneoencefálico y asfixia por sumersión en medio líquido".
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El delegado fiscal indicó que Laura y Jessy, quienes estuvieron con Colmenares en la fiesta, hicieron un pacto de silencio para no delatar a los responsables del asesinato pues, en unas interceptaciones telefónicas realizadas en la investigación, se escucha a Moreno decir: “Yo vi las cosas”, “Jessy y yo somos las únicas testigos”, “Jessy es mi testigo”.
“Estoy muy decepcionado porque esperábamos otro análisis del Tribunal, con más carga jurídica. Tratándose de una segunda instancia creíamos que se tomaría una decisión más seria, con un mayor nivel de comprensión de las pruebas aportadas. Al final no hicieron nada, se gastaron cuatro años para decir que ‘no se podía determinar que hubo homicidio o que fue un accidente’ ¿Y entonces? Al fin de cuentas la única certeza que tenemos es que hay un muerto y es mi hijo. Diez años, seis meses, diecinueve días para salir con este chorro de babas. Nada de lo que se aportó les sirvió”, cuestionó.
Por último, el papá de Colmenares anunció que la familia dejará en manos del abogado Jaime Lombana la decisión de si se seguirá adelante con los pasos jurídicos que correspondan, que sería el recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia en el caso de Laura Moreno.
“Cualquier situación de carácter judicial la tiene que decidir el abogado Lombana, a quien le agradecemos por su ayuda y amabilidad. Tampoco vamos a terminar de agradecer el apoyo y la compañía de la gente, eso nos ayudó a sobrellevar el dolor que hemos sufrido desde que esta tragedia tocó las puertas de nuestra casa. Esto, de alguna forma, nos ayudó a mantenernos en pie y a no desfallecer en el camino de lograr justicia para mi hijo Luis Andrés”, finalizó.