Los siete soldados del Ejército Nacional que aceptaron haber violado a una niña embera en el municipio de Pueblo Rico (Risaralda) recibieron la máxima sanción disciplinaria por parte de la Procuraduría General de la Nación.
Los uniformados fueron hallados responsables por los delitos de acceso carnal violento y secuestro de la menor de 12 años de edad, perteneciente a la comunidad indígena Embera Chamí. Por esa razón, los sancionó con destitución e inhabilidad de 20 años.
Los soldados que violaron una niña embera y a los que se les impuso la máxima sanción son: Juan Camilo Morales Poveda, Yair Stiven González, José Luis Holguín Pérez, Juan David Guaidía Ruiz, Oscar Eduardo Gil Álzate, Deyson Andrés Isaza Zapata y Luis Fernando Mangaret Hernández.
En medio del juicio disciplinario, unos militares que no participaron en los hechos pero que pertenecen a la misma unidad militar de los siete soldados involucrados en la violación ocurrida entre el 21 y 22 de junio de este año, afirmaron que le mintieron a la Fiscalía en medio del proceso penal cumpliendo las “órdenes y presiones de un superior”.
Según dijeron, un hombre identificado como el “sargento viceprimero Díaz” les ordenó ocultar el lugar en el que estuvieron cuando ocurrió el acto en contra de la menor, quien salió de su casa hacia el mercado local y al siguiente día fue hallada llorando cerca al corregimiento de Santa Cecilia, en Puerto Rico, Risaralda.
Ante la Fiscalía, mencionaron que estaban alrededor de un colegio ubicado por las afueras de ese corregimiento y que “se movían todos los días”, cuando la verdad es que estaban instalados allí a pesar de que estaba prohibido.
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“Nos dijo que no dijéramos lo que había pasado, que no dijéramos que estábamos en un colegio. Nos decía que nos podíamos ‘embalar’ nosotros si decíamos que estábamos en un colegio”, testificó ante la Procuraduría uno de los uniformados.
Otro de los soldados declaró que los superiores “los formaron y les dijeron exactamente qué decir”, pues si no se “podían meter en problemas”.