El abogado Jaime Granados decidió responder a los señalamientos hechos en su contra que fueron publicados en la reciente columna de Daniel Coronell titulada: "El caso desgranado", en la cual critica la estrategia utilizada en los procesos del exsenador Eduardo Pulgar y del expresidente Álvaro Uribe Vélez, donde él actúa como defensor.
En el artículo, Coronell menciona que "el constructor del túnel por el que los poderosos se le escapan a la Corte Suprema de Justicia se llama Jaime Granados", pues en los últimos días Pulgar, investigado por el presunto ofrecimiento de 200 millones de pesos a un juez, renunció al Senado de la República con el objetivo de que su expediente pase a manos de la Fiscalía General, así como sucedió en el caso de Uribe Vélez.
Según el periodista, la defensa de Eduardo Pulgar hizo "todo lo posible para dilatar el proceso disciplinario" con el fin de impedir que lo iniciara el procurador saliente Fernando Carrillo, y que más bien este llegara a manos de la procuradora Margarita Cabello con quien "tiene cercanía".
Además, en la columna de Daniel Coronell se afirma que el abogado Jaime Granados "ha llegado a tal grado de cinismo que es capaz de sostener dos tesis contrarias en el mismo caso", pues a pesar de que en un principio dijo que el proceso de Eduardo Pulgar debía ser investigado por la Comisión de Ética del Senado "por afectación de la función congresional", ahora sostiene que "las conductas punibles por las que se le investiga no tienen relación con las funciones por él desempeñadas como senador".
Tras los señalamientos, el abogado Jaime Granados indicó a través de su cuenta de Twitter que, aunque casi nunca responde a este tipo de publicaciones, esta vez sí se le hace necesario emitir una opinión cuando "el sesgo como la niebla les impide ver la verdad".
Según dijo, no ha habido ninguna jurisprudencia cambiante, ni confusa, ni equívoca en materia de fuero, porque, por ejemplo, cuando Álvaro Uribe dejó el Senado para "defenderse con todas las libertades", la Corte Suprema de Justicia de manera unánime accedió a su impedimento dándoles la razón.
Indicó que en el caso de Eduardo Pulgar sustentó ante la Procuraduría y el Consejo de Estado que las conductas atribuidas eran de competencia de la Comisión de Ética del Senado y que, pese a ello, las autoridades se decantaron por una tesis contraria porque se determinó de manera inequívoca y con carácter final que no se trataba de conductas atinentes al fuero congresual.
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"De esta determinación judicial final que como abogado debo acatar, solicité a nombre del doctor Pulgar una vez presentada su renuncia y en procura de su derecho a la defensa que se acataran los precedentes aludidos. De esta determinación judicial final que como abogado debo acatar, solicité a nombre del doctor Pulgar una vez presentada su renuncia y en procura de su derecho a la defensa que se acataran los precedentes aludidos", señaló.
Y agregó: "Entiendo que a ciertas personas incomode el ejercicio de mi profesión pero, así como yo respeto su ejercicio del nuevo periodismo correspondería que ellos respeten y no tergiversen ante la opinión pública mi rol como abogado".
Tras la columna de Daniel Coronell, varios abogados han apoyado a Jaime Granados alegando el derecho a la defensa y a "no confundir el abogado con el cliente".
"Ahora resulta que no se pueden ejercer los recursos legales para una adecuada defensa, los abogados estamos presenciando como se está criminalizando, estigmatizando y amedrentando nuestro ejercicio profesional", indicó el abogado Víctor Mosquera.
"Ejercer una defensa técnica idónea es utilizar las herramientas que la Constitución y la ley permiten. Colocar en tela de juicio al abogado, por actuar en pro de los intereses que defiende, es anclarnos en el pasado -sin garantías- mismas que todos reclamos y necesitamos", manifestó por su parte el abogado Oscar Sierra.