Medellín resurgió después de una guerra de 30 años

Lun, 26/11/2018 - 12:13
Nadie puede negar que Medellín vivió días oscuros, especialmente entre los años 70 y 90, sin embargo, el panorama ha cambiado, y aunque faltan muchas cosas por mejorar, la capital de Antioquia sal
Nadie puede negar que Medellín vivió días oscuros, especialmente entre los años 70 y 90, sin embargo, el panorama ha cambiado, y aunque faltan muchas cosas por mejorar, la capital de Antioquia salió adelante de sus años más violentos. Para conocer la historia violenta de la ciudad, canales de televisión e incluso, empresas como Netflix, han centrado su atención en mostrar desde los narcotraficantes, todo lo que se gestó en Medellín en cuestión de delincuencia. Series, novelas, documentales e incluso películas hablan sobre los atentados y los miles de muertos que tuvo la ciudad en esos treinta años, pero a todos estos les falta contar un pedazo... El de la comunidad y la historia. Esa tarea de contar la verdad, sin ocultar lo gris de sus hechos, la tomó el museo Casa de la Memoria, quien en compañía de Empresas Públicas de Medellín (EPM) y de la Alcaldía de la ciudad, tomaron la iniciativa de crear y trasladar por los diferentes barrios de la ciudad la exposición "Medellín|Es 70,80, 90. Memorias por contar". Allí, con el apoyo de material histórico, sumado a lo que la comunidad cuenta, se construye día a día los recuerdos de una ciudad abolida por el narcotráfico, pero que pudo volver a renacer. La exposición se ha presentado en diferentes escenarios, y Kienyke.com llegó hasta la Uva Nuevo Amanecer, en Santo Domingo Savio, nororiente de Medellín, donde tuvimos la oportunidad de conocer, de primera mano, lo que realmente pasó. María Isabel Bedoya, mediadora, realiza habitualmente un recorrido por toda la exposición, que principalmente se constituye en un collage con las imágenes más importantes y el texto de lo que resaltó en cada época que trata la exposición. [single-related post_id="930267"] Todo el trabajo se divide en tres partes: el primero de ellos es la de los años 70, catalogado como época de represión y explosión. Allí, con ayuda de imágenes, titulares de periódicos y el conocimiento de Bedoya, se puede conocer cómo lentamente fue posicionándose el narcotráfico en la ciudad.

Medellín comienza a industrializarse

En esta parte de la historia, en vez de mostrar cómo comenzaron los capos de narcotráfico sus imperios, los que asistimos pudimos observar cómo se gestaba la Gobernación de Antioquia, cómo nacía la Avenida Oriental y el Museo de Arte Moderno. Además, se conocieron otros conflictos nacionales como la crisis universitaria que vivió el país en 1971 y la creación de nuevos proyectos a nivel de nación. Seguimos caminando, y los dos primeros collage mostraban más campo que cualquier otra cosa. La ciudad se estaba terminando de industrializar con la creación, entre otras cosas, del Edificio Coltejer y otras grandes marcas que se imponían, así como en los inicios de los 80 se antepuso la violencia.
En 1979 la tasa de homicidios en Medellín era de 615 personas al año, cifra que se multiplicaría en los años siguientes, con lo que se denominaron los años de ceguera, miedo y perplejidad.
La guerra comenzó desde afuera, cuando el país se enfrentó a una grave crisis económica, y la guerrilla estaba generando mucho desplazamiento en Colombia. Bedoya aseguró que "jamás se imaginó que se iba a construir sobre las montañas de Medellín" y eso, en parte, fue gracias a la sobre población que vivió la capital de Antioquia. Con el narcotráfico ya establecido, y con maleantes como Pablo Escobar rondando la ciudad, incluso el Congreso de la República, Medellín entró en pánico. Debido a las pocas oportunidades laborales, trabajar para este delincuente se convirtió en una manera de llevar el pan a la casa.

Cifra récord que convirtió a Medellín en la más violenta

Esos 10 años fueron tortuosos, y cuando más fuerte estuvo todo, salió la verraquera y el amor paisa para acabar con la guerra. En 1991 la cifra de homicidios fue de 6.809, lo que convirtió a Medellín en la ciudad más violenta del mundo. Antes de llegar a la conclusión y conocer cómo se acabó la guerra, tuvimos  la oportunidad de hablar con Brian David Rojas, un niño de 13 años beneficiario de la Uva, quien con mucha seguridad nos contó que para él todo lo que había pasado hasta ese momento fue muy difícil, pero que lo que quedaba en su mente fue la manera como la ciudad floreció y pudo acabar con esos flagelos que dejó la guerra. [single-related post_id="982954"] Ahora bien, dicen que justo antes del amanecer es que la noche es más oscura, y así ocurrió en la capital antioqueña. Seis bombas detonaron en sitios representativos en Medellín desde 1990 hasta 1995. Además, los últimos días de Escobar fueron difíciles para él y para la ciudad, porque los atentados a las edificaciones que eran de su propiedad eran más frecuentes. Sin embargo, la luz llegó gracias a la cultura. Curiosamente, el último pendón de la obra era a color, mientras que los demás eran a blanco y negro. Allí entendimos que la cultura, repartida en música, teatro, cine, arte y en otras expresiones, llegó a salvar a Medellín. Pero, Medellín necesita otra mano, y esta vez no es para superar al narcotráfico o la delincuencia, que si bien están atacando nuevamente a la región, no son el mayor problema. Brian nos indicó que quiere ser astrónomo, y sueña con ver las estrellas, como también tiene en su mente escribir un libro, que como a él, ayude a entender a la sociedad que esa ciudad, de casi tres millones de habitantes, no fue una tierra de narcotraficantes, sino un sitio donde hay esperanza, amor y cultura.
Más KienyKe
El panorama para modernizar el aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla de San Andrés quedará en el olvido por falta de licitación.
La contraloría emitió un contundente llamado al Gobierno para alertar sobre los problemas de financiación del Icetex.
El abogado de Andrés Camilo Sotelo Torres reveló detalles de lo que sucedió entre Juan Felipe Rincón y la menor de 15 años.
A raíz de la decisión del Gobierno británico de exigir visa a los colombianos, Gustavo Petro emitió un contundente mensaje.
Kien Opina