En una silla de mimbre, resguardada del bochorno cartagenero, está sentada, con sus lentes pequeños y su bastón, Bianca Pérez-Mora: Bianca Jagger. De su apellido de casada no habla, Mick Jagger hace parte de su pasado, y es enfática al definirse como una “woman of substance”. Sí, ella, ícono de moda en los años 70, a sus 73 años afirma que es una mujer de poder, de influencia positiva, de sentido.
“Por qué no puedo ser inteligente y vestirme como quiero, eso es parte de la discriminación hacia la mujer. Asumimos que si una mujer es bonita y está bien vestida no puede tener cerebro”, asegura a Kienyke.com.
Escuche la entrevista exclusiva a Bianca Jagger
Jagger habla de su fundación (que lleva su mismo nombre), de política, de su país: Nicaragua, aunque vive en el Reino Unido, y mantiene una férrea defensa de los derechos humanos de las poblaciones más vulnerables: los niños, los indígenas, las mujeres y los líderes sociales. [single-related post_id="1029192"] “Uno de los objetivos principales de la Fundación Bianca Jagger pro defensa de los derechos humanos es lograr la equidad de género. A pesar de todo lo que hemos alcanzado todavía tenemos una montaña que subir no solo en Latinoamérica, sino en todo el planeta”, afirma. De acuerdo con Bianca, las mujeres deben empoderarse de su papel y no esperar a que los hombres cambien su forma de pensar y sean los que den la lucha. “Las mujeres debemos aceptar que el cambio forma parte de la lucha propia. La equidad de género y el respeto a los derechos de la mujer depende mucho de la educación que se les da a los niños. Pensar que esta situación la deben cambiar los hombres es un gran error, es una revolución pacífica abanderada por las mujeres”.“Debemos ser cienes, miles, millones las que demandamos que se respeten los derechos humanos. Las mujeres no estamos haciendo una lucha tan contundente como debería ser. Debemos tener un compromiso y no aceptar que se sigan violando los derechos, que las mujeres sigan siendo víctimas de crímenes terribles, que no tengan acceso a posiciones de poder, en las cuales verdaderamente podamos jugar un papel crítico e importante”Bianca Jagger.Ante la situación de su país, es contundente al expresar sus críticas al régimen de Daniel Ortega, especialmente lo que sucede con las violaciones a la libertad de expresión. [single-related post_id="1029097"] “En Nicaragua hay 54 periodistas que han tenido que huir del país porque Daniel Ortega ha declarado la guerra contra los medios de comunicación independientes, han asesinado dos periodistas, les quitan su personería jurídica, les han confiscado sus equipos. Los defensores de derechos humanos también han tenido que huir, hay 600 presos políticos, muchos que están siendo torturados. Más de 500 asesinatos en los últimos 10 meses, más de 3000 heridos. Hay una persecución de los jóvenes y de los estudiantes en Nicaragua”, sentencia. A esta mujer no solo le preocupa Ortega sino otros líderes de la región. Nicolás Maduro, en Venezuela, y Jair Bolsonaro, en Brasil. Ambos representan ideas extremas, de derecha, de izquierda, y su invitación es pensar en “quiénes son los demócratas y quiénes los criminales”. “No entiendo. A mí me da profunda tristeza, estoy chocada por el hecho de que en Nicaragua tenemos a un supuesto líder de la revolución sandinista que hoy es un déspota, sanguinario, que ordena el asesinato de niños, de estudiantes, de defensores de derechos humanos, de los periodistas, de los campesinos, de los trabajadores. Estoy chocada de pensar que de nuevo, después de que nosotros creímos que la revolución iba a ser la respuesta para Nicaragua, en el 79, nos encontramos con un dictador que es tan malo o peor que Somoza, que vemos en Venezuela un dictador corrupto como Nicolás Maduro, que vemos en Brasil un presidente de extrema derecha que no cree en el cambio climático y quiere revertir muchas de las leyes que protegían a campesinos, indígenas y el medio ambiente”.
“Las mujeres podemos ser bonitas, feas, bien vestidas, mal vestidas, lo importante es la esencia de la mujer”Bianca JaggerSu propuesta, ante la situación de su país y de Venezuela es clara: “La OEA puede jugar un papel importante porque se le puede aplicar la carta democrática a Nicaragua. La comunidad internacional puede apoyar al nuevo líder de Venezuela, Juan Guaidó, lastimosamente en nuestro país no tenemos un líder político como él y no tenemos petróleo. Se ven prospectivas, pero no son los líderes políticos tradicionales”. Finalmente se atrevió a pensar en su Nicaragua ideal y es una en la que democracia, la justicia y el respeto a los derechos humanos sean protagonistas. “Sueño con un Estado de Derecho, donde se hayan restituido las instituciones legales, donde haya una reforma electoral y en donde podamos tener elecciones libres con partidos políticos que representen al pueblo”.