Hace algunos días se anunciaron grandes avances para llevar a buen término dos proyectos que durante años los bogotanos han pedido a gritos, y que pareciera que se habían convertido en un deseo colectivo frustrado: la descontaminación del río Bogotá y el Metro.
Sin embargo, los anuncios que se hicieron en pro de darles trámite y solución final a ambos proyectos pintan un panorama alentador. La Alcaldía de Bogotá dio grandes pasos en equipo, por un lado con la Corporación Autónoma Regional, la CAR y la Gobernación de Cundinamarca, y por otro lado con el Gobierno Nacional.
Es así como se aseguraron los recursos que permitirán lograr esos dos sueños que se creían imposibles para los capitalinos: limpiar el río Bogotá y construir la primera línea del Metro de la ciudad.
Los dos proyectos beneficiarán a los capitalinos que esperan que estos cambios se terminen de concretar para que la ciudad crezca, tanto en lo ambiental como en lo económico. La limpieza del río Bogotá es uno de los hechos ambientales de mayor relevancia para el país, o quizás el más; y la primera línea del metro está concebida bajo parámetros de eficiencia energética y medioambiental, conectando a toda la ciudad.
Recuperación del río Bogotá
El proyecto para la descontaminación del río tendrá una inversión de 4,5 billones de pesos, donde la Alcaldía de Enrique Peñalosa invertirá recursos por 2,94 billones de pesos a partir del 2018; la CAR, 1,5 billones a partir del 2023; y la Gobernación de Cundinamarca, 61.000 millones a través del Plan Departamental de Aguas. Dentro de los aportes del Distrito, 1,48 billones serán destinados a la obra y 1,46 para la operación.
"Recuperar el río Bogotá es el acto de responsabilidad más grande que podemos hacer por nuestros hijos y nietos. Y no es solo para Bogotá, esto es uno de los proyectos de recuperación ambiental más importantes del país. Tenemos que actuar pensando en el largo plazo y sin el río Bogotá recuperado va a ser imposible un desarrollo sostenible en la región", aseguró sobre este proyecto el alcalde Enrique Peñalosa.
A partir del convenio 171 de 2017, quedaron definidas las fechas para los aportes de recursos, tanto para el inicio de los procesos precontractuales y contractuales como para el inicio de las obras, que pretenden iniciar en un periodo previamente concertado por las partes intervinientes.
“Es una obra que tiene el siguiente horizonte constructivo: 2018 y 2019 para estructurar fase contractual, y obra pública de 2019 al 2021 para que en este año entre en operación” expresó el Director de la CAR, Néstor Franco.
En el 2024 la nueva Planta de Tratamiento de Aguas Residuales quedará lista. Además de ser la planta más grande del país, será la tercera más grande de América Latina. Ésta tratará 16 metros cúbicos por segundo con tratamiento primario y secundario.
“Es la obra de ingeniería más grande del país. El proceso constructivo, las condiciones técnicas en las que se debe trabajar y al interior de la planta todos los sistemas de tratamiento tanto físicos, químicos como todo el componente de automatización eléctrico de la planta consumen los tiempos de ejecución que están planteados”, aseguró María Carolina Castillo, Directora del Acueducto de Bogotá a KienyKe.com.
Situación actual del río Bogotá
“El río Bogotá padece un nivel de contaminación que se define como no apto para el consumo humano, ya que rompe en su mayoría con la resolución 2115 del 2007 que establece los estándares de agua potable. Además, es un cuerpo de agua que funciona como vector de múltiples enfermedades como la salmonella y es con esta agua que irrigan muchos cultivos, por ejemplo: cultivos de lechuga. Adicionalmente desemboca en otros acuíferos y los contamina”, expresó María Camila Rodríguez, Ingeniera Ambiental de la Universidad de los Andes.
En la actualidad Bogotá cuenta con la planta de tratamiento del Salitre, donde se limpia el 35 % de las aguas residuales de la ciudad, correspondientes a las cuencas de los ríos Fucha, Tunjuelo y Tintal.
Con la construcción de la nueva planta de Canoas, se garantizará el tratamiento del 65% restante que no alcanza a ser tratado con la planta existente. Además, el 100% de las aguas residuales del municipio de Soacha, garantizando un río saneado y descontaminado en toda su cuenca baja.
“Esta es la garantía para que las aguas residuales que generen los bogotanos sean tratadas de manera adecuada antes de entrar al río Bogotá y antes de seguir a la cuenca baja del río. Esta es una obra a la que se le ha dado muchas largas, pero es la que garantiza que las aguas tengan nuevamente vocación agropecuaria y sean usadas para captación de acueductos municipales y epicentro de turismo", anotó el Director de la CAR.
Con la recuperación total de este afluente tan importante para la ciudad, se viene el megaproyecto presentado por el alcalde Peñalosa denominado: Ciudad Río. Este plan busca que colegios, hospitales, bibliotecas, teatros y museos sean algunos de los espacios que se conviertan en el epicentro de todo este eje de desarrollo.
Beneficios económicos y ambientales de recuperar el río Bogotá
La descontaminación del río permitirá que se reactive económicamente este importante afluente para la región, sin contar los beneficios ambientales que traerá. En la ronda de este afluente se desarrolla el 32 % de la actividad económica del país. Por esto la importancia de su descontaminación, que ayudará al crecimiento económico de la región.
“Esta es una acción necesaria para que las aguas residuales que generen 8.500.000 habitantes en Bogotá sean tratadas de manera adecuada antes de llegar al río Bogotá y antes de escurrir por esta cuenca baja”, afirmó el Director de la CAR.
La planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) estará ubicada en la hacienda Canoas, sobre el municipio de Soacha, al sur de Bogotá, y permitirá tratar las aguas que salen de la capital y de este municipio.
El Metro de Bogotá, una realidad
La primera línea del metro, que empezará su construcción en 2019 para iniciar operaciones en 2024, contará con una longitud comercial de 25.29 kms, será 100% elevado y se construirá en tres etapas. Esta línea ha sido concebida bajo parámetros de eficiencia energética y medioambiental, operará con luz y ventilación natural, lo cual representa ahorros muy importantes en las fases de obras y operación, sin costo alguno para el usuario y para el planeta. La estructura será sismorresistente, a una altura que irá de 7 a 12 metros según las condiciones de la vía y su infraestructura permitirá el desarrollo de espacio público, zonas verdes, andenes, plazoletas y CicloRutas con iluminación natural. ¿Por qué elevado? Contemplar construir el Metro de Bogotá elevado o en viaducto es una idea surgida en el ejercicio de Ingeniería de Valor realizado por exigencia del gobierno nacional en el 2015, a cargo de la firma SENER para Bogotá. El resultado de este estudio, así como construir el proyecto por tramos, fue acogida por la administración distrital en enero de 2016, para hacer viable un Metro que como estaba diseñado, por efecto de la devaluación del peso frente al dólar, no podría ir más allá de la calle 53, con total incertidumbre por la calidad de los suelos, los tiempos de obra bajo tierra, el costo del traslado de kilómetros de redes de servicios públicos, los riesgos y los sobrecostos, aún sin analizar. De acuerdo con lo anterior, en 2016, el gobierno nacional y distrital impulsaron un estudio de alternativas, tipologías y costos a cargo de la empresa SYSTRA, filial del Metro de París. De acuerdo con este ejercicio, el mayor peso relativo lo tuvo el componente económico, donde se encontró que:Con lo que se construye un kilómetro de metro subterráneo se puede construir 1,48 kilómetros de metro elevado.Este valor genera ahorros de inversión de 61 millones de dólares por cada kilómetro. El costo de operación del metro elevado es 28 % menor que el subterráneo. No requiere ventilación mecanizada, ni bombeo para extracción de aguas y solo iluminación nocturna. La construcción de 20 kilómetros elevados permite reducir los tiempos de obra de 66 a 40 meses. Asimismo, los tiempos de instalaciones electromecánicas son similares y añaden seis meses al programa de obra. La obra del metro elevado presenta menores riesgos constructivos en Bogotá a comparación del subterráneo, ya que esta excavación por debajo de cuerpos de agua y la desecación del suelo produciría asentamientos en las edificaciones hasta en varias cuadras de distancia. Éste será más que un proyecto de transporte. Será un proyecto urbanístico, de renovación urbana, que transformará a la ciudad y contribuirá a que la calidad de vida de sus ciudadanos sea mejor. Los costos de esta construcción serán de 390.851 millones por kilómetros y pretende movilizar 990 mil pasajeros por día. Con esto, los bogotanos se ahorrarán 310 mil horas cada día. La longitud total del Metro de Bogotá será de 30,58 kilómetros. La etapa 1 y 2 tendrán 25,29 kilómetros; y 33 kilómetros tendrán las troncales alimentadoras. La primera etapa irá desde el Portal Américas hasta la Avenida Caracas, a lo largo de la Avenida Primero de Mayo. La segunda etapa irá hasta la Calle 72 a lo largo de la Avenida Caracas con una longitud de 25 kilómetros. Finalmente, se dejarán listos los diseños de la etapa 3 que debería llegar hasta la calle 127, a lo largo de la Autopista Norte.