No duda en confesar que 20 años atrás pisó por primera vez Caracolí, un barrio ubicado en el sur de Bogotá, una zona humilde, de casas (en la época) construidas en tabla, calles destapadas, empañadas por el sofocante polvo, vías estrechas, y lo peor: sin servicios públicos. Hoy, con la llegada del alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, la fotografía es otra.
Javier Tovar, 65 años, protagonista de esta historia, es de Chaparral (Tolima), pero arribó a la capital buscando oportunidades laborales. En Caracolí- le dijeron- los terrenos eran económicos. Y así fue: pagó 2 millones de pesos por su lote de 6 metros por 12 aproximadamente desde donde se observa a menos de 600 metros uno de los cerros bogotanos.
“Esto era vulnerable, todos los pobladores eran de escasos recursos económicos”, recuerda. Conseguir agua- 20 años atrás- era una odisea. Igual la energía, el gas. “No había alcantarillado…nada”. Una sola estufa eléctrica encendida dejaba sin energía al sector. La gente gritaba porque quedaba a oscuras, alumbrando con vela cuando las cuerdas que suministraban el servicio colapsaban.
Conseguir transporte también era un drama. El colectivo de servicio público cruzaba a 20 minutos de Caracolí, en el cruce de Santo Domingo (otro barrio en el sur de Bogotá) “lo suficiente para llegar con hambre, sed y cansancio… además se ‘chupaba’ mucho polvo”.
Sentado en la sala de su vivienda, observando por la ventana a más de 30 obreros de la Caja de la Vivienda Popular que trabajan en la pavimentación de más de 13 vías en el barrio, Javier repite insistentemente que está amañado, que pensó en vender su casa, le puso letrero, pero después de los arreglos que adelanta en su sector la Alcaldía de Bogotá desistió. Su idea se fue al piso.
Su predio se valorizó. Hasta hace un par de semanas le ofrecían 80 millones de pesos por su casa. “Ahora que terminen de pavimentar las vías de acceso el precio subirá mucho más”, expresa con rostro de satisfacción.
“Ya hay vías, esto es una ganancia, hay mucho que ver. Ahora la gente quiere venirse hacia estos lados, los predios se valorizaron por encima de un 50 por ciento por todos los trabajos que han adelantado la Alcaldía de Bogotá y la Caja de la Vivienda Popular”, dice este tolimense, mientras abre la llave del lavamanos y juaga sus brazos con agua potable. Su casa- como las demás del sector- ya tienen los servicios públicos. Los buses cruzan frente a su casa.
“No tenemos nada que envidiarle a los demás porque ahora tenemos que mostrar. Anteriormente, mostrábamos solo tierra”.
https://www.youtube.com/watch?v=4-PQHARStmo&feature=youtu.be
Ahora sí se baña
Desde que la Caja de la Vivienda Popular puso un pie en Caracolí con el programa de Mejoramiento de Barrios, Javier quiere bañarse hasta dos y tres veces. Antes lo pensaba porque cinco minutos después de enjuagarse el polvo lo opacaba de nuevo.
“No crean, el polvo de la carretera aburre, achanta, enferma, cansa…”, describe, mientras señala a niños que han sido atendidos en centros médicos por asma y problemas respiratorios.
“Este gobierno de Enrique Peñalosa es el único que nos miró y nos puso cuidado”, expresa Tovar. Narra que el hoy Alcalde de Bogotá, en su primer mandato, legalizó el barrio. Ahora, lo mejora.
“Se están viendo los trabajos. Vamos trabajando muy bien con el Alcalde… toca apoyarlo, darle la oportunidad para que siga adelante. Él va bien, es buen mandatario. Se ve que quiere que los barrios progresen y vamos a progresar con él”, dice sin asomo de duda este hombre que llegó 20 años atrás desconfiado a Caracolí, pero hoy ve el sector con otros ojos: los del optimismo.
Esperan al Alcalde
En Caracolí, desde las tiendas, panaderías, carnicerías, los pobladores como Javier esperan que Enrique Peñalosa llegue nuevamente al barrio a inaugurar las más de 13 vías pavimentadas en los próximos meses. Quieren abrazarlo, agradecerle en público “porque lo que la Alcaldía está haciendo no vale cualquier peso, eso vale es plata. Queremos compartir con él”, coinciden los vecinos de Tovar.
“¿Cuántos mandatos han habido en Bogotá y quién ha venido hasta acá a botar una palada de concreto? Nadie, solo el Alcalde Peñalosa. Por esto, es que tenemos que ser muy agradecidos porque sin esas obras estaríamos peor”.
Este tolimense, quien gana su vida en trabajos de electricidad y vive con su hijo y sus dos nietos (su esposa falleció hace más de 13 años), concluye que a su barrio le hace falta un parque sintético. Por lo demás, no tiene nada que envidiarle al resto de sectores de Bogotá.
Javier Tovar, uno de los hombres que vio ‘crecer’ Caracolí
Mié, 18/10/2017 - 12:43
No duda en confesar que 20 años atrás pisó por primera vez Caracolí, un barrio ubicado en el sur de Bogotá, una zona humilde, de casas (en la época) construidas en tabla, calles destapadas, empa