Valerie Domínguez no solo ha desfilado en pasarelas o cadenas de televisión, sus largas piernas también han caminado por los juzgados de Paloquemao. La modelo y protagonista de la serie 'Los caballeros las prefieren brutas' no ha podido librarse del problema de Agro Ingreso Seguro y parece que cada vez se hunde más.
Como Domínguez, hay varias famosas que han embellecido con su presencia los juzgados de Paloquemao.
En 1998, la actriz y cantante Carolina Sabino bebió dos tragos, encendió su carro y después de conducir un rato se estrelló. No sufrió heridas graves, pero el conductor del vehículo contra el que chocó quedó parapléjico. Ese día la vida de la actriz se convirtió en un viacrucis de demandas, procesos jurídicos, indemnizaciones, que se sumaron a la tristeza de saber que por su culpa un hombre no puede caminar.
Kathy Sáenz fue detenida en España por pocos días. Valerie se encuentra enfrentando un juicio que definirá su suerte.
Desde 2004 estuvo presa en la casa. No podía actuar ni cantar y debía pagar al conductor afectado una indemnización de 345 millones de pesos. Según el abogado de la artista, ella tuvo que recurrir a los amigos para reunir el dinero. Después de la condena, Sabino ha vuelto a la televisión, primero como imagen de una campaña de la alcaldía de Bogotá para evitar el consumo de licor mientras se conduce, y luego regresó a la actuación.
Otra actriz y modelo que estuvo tras los barrotes de una cárcel fue Kathy Sáenz. En 1994 el país se enteró por la prensa española y la desaparecida revista Cambio, que la ex representante de Bogotá en el Reinado Nacional de la Belleza, estaba detenida en Madrid. Según la investigación, días antes de ser detenida la modelo estaba en Palma de Mayorca junto a varios amigos y su novio gastando miles de dólares. La riqueza del grupo llamó la atención de la Policía, y después de unos días la modelo y cuatro hombres fueron detenidos por introducir dineros falsos a ese país. En entrevista con la revista Cambio, Sáenz dijo que ella era inocente y no sabía que uno de los amigos era un delincuente.
El incidente de Carolina Sabino afectó su carrera como actriz.
En los años noventa Lucero Cortés era una hermosa mujer que se desnudaba sin pudor y actuaba sin mayor talento. Pero a finales de los noventa decidió cambiar su vida de cámaras por la política. La vanidad de mostrarse sexi fue cambiada por otro pecado: la ambición. Reemplazó su imagen de mujer fatal por la de señora recatada y elegante. Se empezó a codear con el poder hasta el punto de llevarle mariachis al ex presidente Álvaro Uribe Vélez. En 2011, su castillo de poder se derrumbó cuando fue acusada por tráfico de influencias por tratar de manipular a la Corte Constitucional con 150 millones de pesos para salvar a su esposo de una investigación en su contra. Cortés fue condenada a prisión domiciliaria.
En la época en que los colombianos invertían unos pesos y por arte de magia ese dinero se multiplicaba en lo que se conocía como pirámides, una presentadora colombiana fue acusada por captación ilegal de dinero. La periodista Adriana Arango, recordada por haber presentado el noticiero 24 horas, fue capturada en 2009 y trasladada a la cárcel El Buen Pastor de Bogotá. Al parecer, Arango, junto a su esposo Javier Coy, crearon una empresa de flores que requería gran capital. Los amigos de la pareja empezaron a invertir, pero desafortunadamente la empresa quebró dejando sin dinero a los inversionistas. En total fueron 16.000 millones de pesos.
Inocentes o culpables, pues, los famosos no están exentos de rendirle cuenta a la justicia o pasar un tiempo tras las rejas.
Kathy Sáenz fue detenida en España por pocos días. Valerie se encuentra enfrentando un juicio que definirá su suerte.
Desde 2004 estuvo presa en la casa. No podía actuar ni cantar y debía pagar al conductor afectado una indemnización de 345 millones de pesos. Según el abogado de la artista, ella tuvo que recurrir a los amigos para reunir el dinero. Después de la condena, Sabino ha vuelto a la televisión, primero como imagen de una campaña de la alcaldía de Bogotá para evitar el consumo de licor mientras se conduce, y luego regresó a la actuación.
Otra actriz y modelo que estuvo tras los barrotes de una cárcel fue Kathy Sáenz. En 1994 el país se enteró por la prensa española y la desaparecida revista Cambio, que la ex representante de Bogotá en el Reinado Nacional de la Belleza, estaba detenida en Madrid. Según la investigación, días antes de ser detenida la modelo estaba en Palma de Mayorca junto a varios amigos y su novio gastando miles de dólares. La riqueza del grupo llamó la atención de la Policía, y después de unos días la modelo y cuatro hombres fueron detenidos por introducir dineros falsos a ese país. En entrevista con la revista Cambio, Sáenz dijo que ella era inocente y no sabía que uno de los amigos era un delincuente.
El incidente de Carolina Sabino afectó su carrera como actriz.
En los años noventa Lucero Cortés era una hermosa mujer que se desnudaba sin pudor y actuaba sin mayor talento. Pero a finales de los noventa decidió cambiar su vida de cámaras por la política. La vanidad de mostrarse sexi fue cambiada por otro pecado: la ambición. Reemplazó su imagen de mujer fatal por la de señora recatada y elegante. Se empezó a codear con el poder hasta el punto de llevarle mariachis al ex presidente Álvaro Uribe Vélez. En 2011, su castillo de poder se derrumbó cuando fue acusada por tráfico de influencias por tratar de manipular a la Corte Constitucional con 150 millones de pesos para salvar a su esposo de una investigación en su contra. Cortés fue condenada a prisión domiciliaria.
En la época en que los colombianos invertían unos pesos y por arte de magia ese dinero se multiplicaba en lo que se conocía como pirámides, una presentadora colombiana fue acusada por captación ilegal de dinero. La periodista Adriana Arango, recordada por haber presentado el noticiero 24 horas, fue capturada en 2009 y trasladada a la cárcel El Buen Pastor de Bogotá. Al parecer, Arango, junto a su esposo Javier Coy, crearon una empresa de flores que requería gran capital. Los amigos de la pareja empezaron a invertir, pero desafortunadamente la empresa quebró dejando sin dinero a los inversionistas. En total fueron 16.000 millones de pesos.
Inocentes o culpables, pues, los famosos no están exentos de rendirle cuenta a la justicia o pasar un tiempo tras las rejas.
