“Cuando estoy en un salón de clase no me hace falta nada”, esas fueron las Palabras de Llilinson Castro, profesor de español en la Institución Educativa Indígena Agropecuaria de Isleta en Salaquí, Chocó, cuando le pregunté sobre su lugar favorito.
Con paisajes majestuosos que pintan los árboles de diferentes tonos, casas construidas por los mismos habitantes y el río Salaquí, la inspiración de este profesor crece todos los días para enseñarles a sus estudiantes un nuevo idioma totalmente diferente al Emberá, su lengua nativa.
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Con la mejor disposición, Llilinson empezaba sus clases con el objetivo de que sus estudiantes desarrollaran nuevas habilidades de comunicación. Notó que para ellos no resultaba del todo fácil aprender español y eso lo reflejaban en sus ojos cuando él les preguntaba algo en este idioma.
Al reflexionar sobre lo que pasaba en sus clases se dio cuenta que confusiones como: “La libro, la tablero, la colegio”, eran más comunes de lo que pensaba. Así que investigó y descubrió que al traducir del Emberá al español las palabras pasan a femenino. Sin problema, decidió buscar una solución para motivar a sus estudiantes a aprender y a entender que sin importar cuantas veces se equivoquen, lo importante es el conocimiento que adquieren.
¿Cuál fue su solución? “Aprender el idioma de ellos, apropiarme de su lengua, el Emberá”, respondió. Sin pensarlo dos veces, pidió ayuda en su comunidad y en unas horas, ya sabía cómo decir computador, salón, hombre, mujer, hola y gracias. Poco a poco, se sumergió en esta lengua hasta que llegó el día de probar en el salón de clases. Al empezar a hablarles en Emberá, sus estudiantes llevaron toda la atención a él y con el paso de los días, mejoraron su español. “Cuando yo fui a la lengua de ellos, automáticamente entendían y se corregían. Me decían: ‘profe me estoy equivocando al pasar de un idioma a otro, estoy diciendo la libro y es el libro’”.
Gracias a la pasión de Llilinson, sus estudiantes desarrollaron la confianza suficiente para aprender español y no sentirse mal al cometer errores. “La mayoría de las cosas en la vida se aprenden en el camino y eso es primordial. No juzgarlos cuando se equivocan porque todos estamos aprendiendo constantemente”, asegura el profesor.
Además, considera que es importante proteger las trayectorias educativas, es decir, los recorridos que realiza cada persona para consolidar, fortalecer o transformar sus aprendizajes a lo largo de la vida. Hoy, el buen desempeño y rendimiento académico de sus estudiantes lo motiva aún más porque ya hablan español completamente y el Emberá.
Cuando Trayectorias Educativas llegó a su escuela, capacitaron a los profesores para potencializar sus conocimientos y brindarles herramientas que benefician a los estudiantes.
Cuando Trayectorias Educativas llegó a su escuela, capacitaron a los profesores para potencializar sus conocimientos y brindarles herramientas que benefician a los estudiantes. “Implementamos los juegos de lectura, donde tenemos un estudiante como lector primario y los demás como receptores, quienes lo pueden corregir de forma respetuosa y al final, todos aprendemos”, explica. Además, gracias a este proyecto en la escuela hay estudiantes que motivan a ayudar a otros para traducir y aprender más.
“Queremos seguir transformando por medio de trayectorias educativas porque es el proyecto vehículo para la transformación de las nuevas generaciones”, dice Llilinson. Este es un ejemplo del acompañamiento que realiza UNICEF por medio de Trayectorias Educativas, donde se fortalecen los vínculos entre estudiantes y la escuela, los cuales se ven afectados por experiencias personales, por condiciones no favorables como la maternidad y paternidad temprana, problemas de convivencia o discontinuidades en el proceso pedagógico que requieren de intervenciones oportunas y pertinentes, pues de lo contrario incrementarán el riesgo de deserción, repitencia o rezago en el proceso de aprendizaje.
“El maestro es una balanza de transformación de todos los individuos del país. Este es un oficio que te ayuda a formar a las personas y me apasiona porque puedo contribuir a hacer realidad los sueños de mis estudiantes. Boa, wámbúrúa”.
Con la información de ONU Colombia
El maestro que aprendió emberá y llevó educación al Chocó
Dom, 29/12/2019 - 13:36
“Cuando estoy en un salón de clase no me hace falta nada”, esas fueron las Palabras de Llilinson Castro, profesor de español en la Institución Educativa Indígena Agropecuaria de Isleta en Sala