Por @Lauquiceno
Para llegar a Isla Múcura en el Archipiélago de San Bernardo hay que salir de la turística Cartagena y adentrarse en las carreteras de Bolívar. En el recorrido de cuatro horas, los habitantes de San Onofre, Tolú y Rincón del Mar duermen la siesta de la tarde frente de sus casas con las puertas abiertas e ignoran el ruido de los carros. Caño Limón, Arroyo Hondo, Arroyo Chiquito y Playa Verrugas anuncian que el aire se humedece cada vez más. En Rincón del mar, la última parada antes de embarcar en la lancha de Don Rito, se observan al oriente los Montes de María y al otro lado del mar picado de tres de la tarde se espera la primera proyección de dos películas colombianas en la isla.
Múcura es a la vez dos islas, una construida en bareque con fachadas de colores, letreros a la entrada, casas sin acueducto y energía eléctrica, y la otra, la de hoteles de lujo y hostales que atraen a mochileros y extranjeros con la promesa de ver el arrecife coral perteneciente al Parque Nacional Corales de Rosario y San Bernardo.
“Ahí cogieron a Fritanga”, dice Don Rito, el hombre que conduce la lancha. Don Rito se refiere a la captura de Camilo Torres “Alias Fritanga”, el encargado de manejar las rutas de exportación de coca para los Urabeños. Fritanga fue capturado en su lujosa fiesta de matrimonio en julio de 2012, en el Hotel Punta Faro. Un episodio que se suma a la presencia de algunos de los más buscados criminales de Colombia en la isla, desde José Israel Guzmán, alias ‘El arquitecto’ , hasta Salvatore Mancuso que adquirió en el 2002 “Club 100”.
En la zona construida en bareque, al lado del mar, llena de cangrejos, cerdos y chivos, sin centro médico y alejado de los lujosos clubes y las capturas a narcos, los nativos esperan la proyección de dos películas.
Un día antes de ver 'Anina' y 'Chocó', dirigida por el director Jhonny Hendrix, que estará en la proyección en el marco de la Semana del cine colombiano del Ministerio de Cultura, en un recorrido nocturno 13 personas se reúnen en la entrada de una casa para ver a un actor que todavía es sensación en la isla: Jean-Claude Van Damme. Así lo confirma Doña Lucila, la dueña del “club” de la isla dónde todos los domingos hay fiesta con champeta. “Cuando funciona una de las plantas eléctricas y ponen energía por la noche a mí me gusta ver las películas de “Yan Claude Van Dam” y “Arnold Swasseneger”
Los habitantes de Múcura llegaron de Tolú, Rincón del Mar y Verrugas, viven de la pesca, del turismo, del cultivo de pequeñas parcelas y en menor medida de la artesanía. Los pescadores salen desde las 9 de la noche hasta la 1 a.m. y en la mañana antes de las 6 a.m. para encontrar las mejores especies.
Un lugar de pescadores de tradición se prepara para ver por primera vez dos películas colombianas, un experimento que tal vez no supere la popularidad de Jean-Claude Van Damme.
El día de la función
Es el 2 de agosto de 2014. Son las 6 de la tarde en Múcura. La pantalla, la planta eléctrica y algunas sillas para los niños anuncian la llegada del cine colombiano a la isla. ‘Anina’, la película colombo-uruguaya del director Alfredo Soderguit abre la función, para algunos niños es la primera animación que ven en su vida y así lo demuestra su concentración y el silencio de los que antes se jalaban el pelo, jugaban con las sillas o pedían al fotógrafo más y más fotos haciendo la señal del “todo bien”.
Para la función llegan los vecinos de Santa Cruz de Islote, una de las islas del golfo de Morrosquillo, la más densamente poblada del mundo. Islote sobresale entre Tintipán y Múcura por los colores de las casas y la ausencia de arboles o vegetación. Desde la lancha parece que las casas se montaran una sobre otra y que hubiera una combinación entre las fachadas y la ropa que extienden al sol. Más de 1000 personas habitan Islote, y así como en Múcura, el amarillo, el verde, el naranja y el rojo son imprescindibles en la decoración.
En la tarde los funcionarios del Ministerio de Cultura y Carmen, la directora de la biblioteca “María Mulata” de Rincón del Mar hacen perifoneo desde una lancha anunciando la función. Carmen, nacida en Sabanalarga (Atlántico), es la líder cultural de la zona y en su piel y su voz se advierte su alma guerrera. La que cree que los libros, el cine y la danza pueden cambiar la historia de los niños y los jóvenes de la isla.
Son las 6 de la tarde. La historia sencilla de una niña que aborrece su nombre, Anina Yatay Salas, hace quedar en silencio a los niños y comprueba la universalidad de las historias. Jhonny Hendrix, productor de la 'Anina', espera paciente el turno de 'Chocó, una historia no tan lejana de la que viven los isleños con una cultura similar que se une por el sabor de las percusiones, las grandes sonrisas y la iconografía en sus casas y en su vestuario.
Llega la hora de ‘Chocó’, el sonido del pacífico colombiano, de los arrullos, los alabados y la marimba se combinan con el Caribe. Es la hora de los adultos y el experimento de llevar por primera vez cine colombiano está funcionando. Manungara, corregimiento de Tado dónde fue filmada la película de Hendrix, se conecta con Múcura.
El director saluda al público antes de la función. Para Hendrix hay un lazo común entre la película y la isla: “El agua es demasiado importante en la vida de Chocó y creo que aquí también. El agua es dónde ellos pescan, con lo que las mujeres lavan. Los habitantes de Múcura y Chocó tienen una conexión conexión directa con el agua y en la película todo el tiempo está latente. Venir a Múcura fue inspirador ´por cada pasillo de este pueblo, los pequeños detalles de luz, las sonrisas de los niños, verlos bailar, reír. El ver como se divierten con “tan poco” y digo con “tan poco” es porque para la mayoría de los niños en el centro del país la única forma en que se divierten es tener al lado un play station, y la mayoría de los niños acá y con los que filmamos en el Chocó se divierten con “nada”, pero la verdad es que lo tienen todo, tienen el mar y unos paisajes que muchos quisiéramos tener todo el tiempo”
El día que llegó el cine a Isla Múcura los viejos recordaron las películas que vieron cuando eran jóvenes antes de quedarse para siempre en Isla Múcura, y los niños soñaron con dibujos animados. Esperan que esta no sea una acción aislada y que los turistas y el Estado atiendan las problemáticas sociales de esta isla.
Don Rito, Doña Lucila y Carmen esperan la instalación de unos paneles solares que les prometen desde hace más de una década: “Aquí no llega nadie, ni los políticos. Por ahí están haciendo planes para poner unos paneles para la luz. Apenas nos han cumplido lo del colegio y parece que los paneles solares son un hecho. A veces viene gente de la Alcaldía de Cartagena y nos trae agua, pero nosotros nos beneficiamos más con Sucre que con Bolívar y si nos enfermamos nos toca ir hasta Tolú en el centro médico”.
Por @Lauquiceno
Múcura es a la vez dos islas, una construida en bareque con fachadas de colores, letreros a la entrada, casas sin acueducto y energía eléctrica, y la otra, la de hoteles de lujo y hostales que atraen a mochileros y extranjeros con la promesa de ver el arrecife coral perteneciente al Parque Nacional Corales de Rosario y San Bernardo.
“Ahí cogieron a Fritanga”, dice Don Rito, el hombre que conduce la lancha. Don Rito se refiere a la captura de Camilo Torres “Alias Fritanga”, el encargado de manejar las rutas de exportación de coca para los Urabeños. Fritanga fue capturado en su lujosa fiesta de matrimonio en julio de 2012, en el Hotel Punta Faro. Un episodio que se suma a la presencia de algunos de los más buscados criminales de Colombia en la isla, desde José Israel Guzmán, alias ‘El arquitecto’ , hasta Salvatore Mancuso que adquirió en el 2002 “Club 100”.
En la zona construida en bareque, al lado del mar, llena de cangrejos, cerdos y chivos, sin centro médico y alejado de los lujosos clubes y las capturas a narcos, los nativos esperan la proyección de dos películas.
Un día antes de ver 'Anina' y 'Chocó', dirigida por el director Jhonny Hendrix, que estará en la proyección en el marco de la Semana del cine colombiano del Ministerio de Cultura, en un recorrido nocturno 13 personas se reúnen en la entrada de una casa para ver a un actor que todavía es sensación en la isla: Jean-Claude Van Damme. Así lo confirma Doña Lucila, la dueña del “club” de la isla dónde todos los domingos hay fiesta con champeta. “Cuando funciona una de las plantas eléctricas y ponen energía por la noche a mí me gusta ver las películas de “Yan Claude Van Dam” y “Arnold Swasseneger”
Los habitantes de Múcura llegaron de Tolú, Rincón del Mar y Verrugas, viven de la pesca, del turismo, del cultivo de pequeñas parcelas y en menor medida de la artesanía. Los pescadores salen desde las 9 de la noche hasta la 1 a.m. y en la mañana antes de las 6 a.m. para encontrar las mejores especies.
Un lugar de pescadores de tradición se prepara para ver por primera vez dos películas colombianas, un experimento que tal vez no supere la popularidad de Jean-Claude Van Damme.
El día de la función
Es el 2 de agosto de 2014. Son las 6 de la tarde en Múcura. La pantalla, la planta eléctrica y algunas sillas para los niños anuncian la llegada del cine colombiano a la isla. ‘Anina’, la película colombo-uruguaya del director Alfredo Soderguit abre la función, para algunos niños es la primera animación que ven en su vida y así lo demuestra su concentración y el silencio de los que antes se jalaban el pelo, jugaban con las sillas o pedían al fotógrafo más y más fotos haciendo la señal del “todo bien”.
Para la función llegan los vecinos de Santa Cruz de Islote, una de las islas del golfo de Morrosquillo, la más densamente poblada del mundo. Islote sobresale entre Tintipán y Múcura por los colores de las casas y la ausencia de arboles o vegetación. Desde la lancha parece que las casas se montaran una sobre otra y que hubiera una combinación entre las fachadas y la ropa que extienden al sol. Más de 1000 personas habitan Islote, y así como en Múcura, el amarillo, el verde, el naranja y el rojo son imprescindibles en la decoración.
En la tarde los funcionarios del Ministerio de Cultura y Carmen, la directora de la biblioteca “María Mulata” de Rincón del Mar hacen perifoneo desde una lancha anunciando la función. Carmen, nacida en Sabanalarga (Atlántico), es la líder cultural de la zona y en su piel y su voz se advierte su alma guerrera. La que cree que los libros, el cine y la danza pueden cambiar la historia de los niños y los jóvenes de la isla.
Son las 6 de la tarde. La historia sencilla de una niña que aborrece su nombre, Anina Yatay Salas, hace quedar en silencio a los niños y comprueba la universalidad de las historias. Jhonny Hendrix, productor de la 'Anina', espera paciente el turno de 'Chocó, una historia no tan lejana de la que viven los isleños con una cultura similar que se une por el sabor de las percusiones, las grandes sonrisas y la iconografía en sus casas y en su vestuario.
Llega la hora de ‘Chocó’, el sonido del pacífico colombiano, de los arrullos, los alabados y la marimba se combinan con el Caribe. Es la hora de los adultos y el experimento de llevar por primera vez cine colombiano está funcionando. Manungara, corregimiento de Tado dónde fue filmada la película de Hendrix, se conecta con Múcura.
El director saluda al público antes de la función. Para Hendrix hay un lazo común entre la película y la isla: “El agua es demasiado importante en la vida de Chocó y creo que aquí también. El agua es dónde ellos pescan, con lo que las mujeres lavan. Los habitantes de Múcura y Chocó tienen una conexión conexión directa con el agua y en la película todo el tiempo está latente. Venir a Múcura fue inspirador ´por cada pasillo de este pueblo, los pequeños detalles de luz, las sonrisas de los niños, verlos bailar, reír. El ver como se divierten con “tan poco” y digo con “tan poco” es porque para la mayoría de los niños en el centro del país la única forma en que se divierten es tener al lado un play station, y la mayoría de los niños acá y con los que filmamos en el Chocó se divierten con “nada”, pero la verdad es que lo tienen todo, tienen el mar y unos paisajes que muchos quisiéramos tener todo el tiempo”
El día que llegó el cine a Isla Múcura los viejos recordaron las películas que vieron cuando eran jóvenes antes de quedarse para siempre en Isla Múcura, y los niños soñaron con dibujos animados. Esperan que esta no sea una acción aislada y que los turistas y el Estado atiendan las problemáticas sociales de esta isla.
Don Rito, Doña Lucila y Carmen esperan la instalación de unos paneles solares que les prometen desde hace más de una década: “Aquí no llega nadie, ni los políticos. Por ahí están haciendo planes para poner unos paneles para la luz. Apenas nos han cumplido lo del colegio y parece que los paneles solares son un hecho. A veces viene gente de la Alcaldía de Cartagena y nos trae agua, pero nosotros nos beneficiamos más con Sucre que con Bolívar y si nos enfermamos nos toca ir hasta Tolú en el centro médico”.
Por @Lauquiceno
