Proveniente del corregimiento de Santa Elena en Medellín, Érika Zapata se ha convertido en una figura relevante del periodismo nacional, pese a ser discriminada por su acento paisa marcado a lo largo de su trayectoria educativa y profesional.
Su historia cobró un giro amparado por su persistencia, en el que ella se convirtió en toda una sensación en Internet por su particular y original forma de narrar las noticias a los colombianos.
Érika Zapata fue el centro de debate en redes sociales, sobre las formas de hacer periodismo y su esencia, gracias a los particulares comentarios que realiza durante las transmisiones en vivo del noticiero.
La periodista aprovechó el año nuevo para dedicar unas sentidas palabras a sus seguidores, y pidió disculpas por sus errores en televisión nacional, lo hizo a través de un mensaje que compartió en su cuenta de Instagram.
“Un año que se va. Le agradezco mucho a Dios, tener a toda mi familia unida y con vida. También le pido perdón por tantos errores que uno comete. Les deseo que cumplan sus sueños y siempre sean unas buenas personas”, escribió Zapata en las plataformas digitales.
Érika pasó de sentir vergüenza a orgullo por lo que hace, transformando así el lenguaje que reinaba en la agenda noticiosa del país y el cual le ha dado cabida a modismos y palabras coloquiales que todos entienden, desde el campesino hasta el doctor de la ciudad.