Érika Zapata se ha convertido en una de las periodistas colombianas más destacadas y populares entre los televidentes en los últimos meses, algo que se debe al carisma con el que presenta sus informes en Noticias Caracol.
Recientemente la reportera paisa compartió una publicación en redes sociales que desató todo un debate sobre su acento y manera de ser, sobre todo por la descripción de la imagen en la que Érika escribió: “meros momentos, meras alegrías”.
Lo cierto es que mientras unos la criticaron, otros no dudaron en felicitarla por el trabajo que ha desempeñado en Noticias Caracol en donde se ha hecho famosa, motivándola a seguir y a otros a dejar de criticarla por hacer las cosas fuera del molde.
“Besos y abrazos Erika, te admiro full”, “Lo estas haciendo muy bien, sigue así. Te admiro mucho”, “Veo muchos comentarios negativos de colegas de Erika Zapata, y de personas que ni van al caso, pero porque decir cosas malas, ella sufrió y luchó para estar donde hoy la vida la hace brillar, dejamos que siga siendo ella, igual necesitábamos alguien diferente y no del montón”, “A mí me parece que es gracioso y pone en la discusión el dejar tanta parafernalia televisiva”, “El periodismo en Colombia le falta originalidad, conectar con lo que en realidad es la esencia de las personas del común, y eso efectivamente lo logra esta periodista… me encanta como narra las historias”, fueron algunas de las palabras en defensa de la famosa reportera.
Érika Zapata confesó los complejos que la atormentaron
Recientemente la periodista y reportera compartió en medio de una entrevista un poco de su proceso y de su vida en esta profesión, admitiendo que hubo un momento en el que ella se sintió muy insegura y acomplejada.
“Yo pasé de avergonzarme de mí a sentir mucho orgullo. Me da orgullo ser yo, físicamente como soy, como hablo, como me expreso, no cambiaría ni un pelo”, comenzó diciendo.
Sin embargo no siempre fue así, pues en algún momento de su vida se sintió una mujer muy triste y llena de inseguridades:
“No me gustaba la estatura, la voz, yo decía: “juemadre, ¿cómo me quito esta voz?, yo sufría porque sentía mucho el acento y trataba de neutralizarlo. También la cara por los dientes porque yo me había quebrado los dientes, entonces también me acomplejaba y quizás yo a veces quería realzar mi autoestima pero salía a la calle y ahí mismo no faltaba el comentario”, reveló.
Asimismo dijo que en muchas ocasiones fue comparada con sus hermosas, pues muchos decían que ellas eran las bonitas:
“Y me afectaba y llegaba a llorar. Le decían a mi mamá: “Ay, tan bonitas estas dos, ay pero esta si no se parece a ellas, no se que, las bonitas son estas dos y la gente era así cruel. Yo sé que son bobadas pero cuando uno es niño, todas esas cosas lo impactan. Entonces yo me fui haciendo esa idea, de que yo era muy fea, que no merecía nada”, dijo recordando lo que pensaba en el pasado y resaltando que afortunadamente actualmente se sentía de otra manera.
Finalmente Érika Zapata dejó una reflexión sobre lo realmente importante e hizo un llamado quienes alguna vez se había sentido así:
“Yo me siento muy contenta y sobre todo orgullosa del trabajo que he hecho, yo creo que la belleza va más allá hacía el interior, a que uno haya actuado bien en la vida, ayudando a otras personas”, concluyó diciendo.