El esperado regreso de 'La Casa de los Famosos' Colombia en su segunda temporada, que se estrenará en 2025, ya está causando revuelo en la sociedad colombiana. A poco tiempo de su inicio, uno de los nominados a ingresar al programa logró captar toda la atención, pero no precisamente por su talento o personalidad, sino por una estrategia controversial que ha levantado serias inquietudes sobre la ética en los concursos de convivencia.
Marilyn Oquendo, cantante y personalidad de internet, protagoniza una polémica al ofrecer dinero a cambio de votos, una táctica que ha dividido a la audiencia y generado fuertes críticas en las redes sociales. El 4 de noviembre de 2024, cuando se abrieron las primeras votaciones para elegir a los concursantes del programa, Oquendo hizo una oferta pública a sus seguidores a través de su cuenta de Instagram. En su post, prometió 500.000 pesos colombianos a quienes votaran por ella para asegurar su lugar en el reality.
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“Gánate $500.000 apoyándome”, escribió Oquendo, junto a una foto suya en la que apelaba directamente a sus seguidores.
La propuesta de Marilyn Oquendo no tardó en causar revuelo. Aunque la cantante cuenta con una base de seguidores considerable debido a su presencia en redes sociales, su oferta fue interpretada por muchos como un intento de comprar el apoyo del público, lo que desató una ola de críticas. Para muchos, esta táctica parecía inapropiada e incluso manipuladora, pues pone en duda la autenticidad de las votaciones y la relación genuina que debería existir entre los concursantes y su audiencia.
¿Una estrategia "poco ética"?
A medida que La Casa de los Famosos Colombia se acerca a su estreno, la polémica en torno a Oquendo ha puesto sobre la mesa una cuestión importante: ¿hasta qué punto los concursantes deben respetar los límites éticos en sus intentos por ganar el concurso y, con ello, la fama? En un mundo de competencia televisiva donde las estrategias para destacar se han vuelto cada vez más extremas, la oferta de Oquendo abre el debate sobre lo que debería considerarse una conducta aceptable en estos programas.
Muchos usuarios en redes sociales se han mostrado indignados, acusando a la cantante de intentar "comprar" el apoyo del público en lugar de ganárselo con su carisma o talento. "Deberíamos poder elegir sin que se compren los votos", comentó un internauta. Otros, más críticos, compararon la táctica de la cantante con las prácticas de campaña de políticos, sugiriendo que esta oferta era “una táctica política” que no tiene cabida en un espacio de entretenimiento.
Sin embargo, algunos seguidores de Oquendo defendieron su estrategia, argumentando que, en un reality de alta competencia como este, todo se vale. La controversia ha generado un debate acerca de si las reglas de los concursos de televisión deben ser más estrictas o si deben permitirse todo tipo de estrategias, por más cuestionables que sean.