
Hablar de Amparo Grisales y Margarita Rosa de Francisco es hablar de dos mujeres que marcaron época en la televisión colombiana. Aunque comenzaron sus carreras en décadas distintas, ambas irrumpieron con fuerza en la pantalla chica, cautivando a los televidentes.
Amparo, nacida en Manizales, dio sus primeros pasos en la actuación en los años 70. Su gran salto llegó en 1975 con la telenovela Manuela, una producción exitosa que la convirtió en protagonista absoluta y la consolidó como figura central de la TV nacional. Desde entonces, su nombre quedó grabado como sinónimo de elegancia, carácter y sensualidad.
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Mientras tanto, en Cali, nacía en 1965 Margarita Rosa de Francisco, una joven que desde muy temprano mostró su vena artística. Estudió ballet clásico y desde temprana edad comenzó a explorar el mundo de la actuación, participando en proyectos menores que forjaron el camino hacia su gran debut en la televisión.
Pero fue en 1984 cuando todo cambió: representó al Valle del Cauca en el Concurso Nacional de Belleza, donde quedó como virreina, y al año siguiente representó a Colombia en Miss Mundo. Ese mismo brillo de las pasarelas lo llevó a la televisión muy pronto.
El reconocimiento llegó en 1986 con Gallito Ramírez, donde interpretó a "La Niña Mencha" y compartió set con Carlos Vives, con quien vivió un romance dentro y fuera de cámaras. La química entre los dos fue explosiva, y Margarita se robó el corazón del país. Su actuación fue tan impactante que recibió el Premio Simón Bolívar como actriz revelación.
¡Los pasos de Amparo y Margarita en la televisión!
En 1988, ambas se cruzaron en Los pecados de Inés de Hinojosa, una producción de época que rompió moldes por sus escenas cargadas de erotismo. Fue una serie atrevida, que escandalizó a muchos y encantó a otros, pero que sin duda quedó como un antes y un después en la TV colombiana.
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Ya en los 90, Margarita volvió a sacudir el país con Café con aroma de mujer. Su papel como Gaviota la convirtió en un ícono de la televisión latinoamericana y selló su lugar en la historia.
Amparo y Margarita no solo deslumbraron con su belleza en la pantalla; también marcaron un camino con su fuerza, autenticidad y talento. Hoy, siguen siendo referentes, pioneras y leyendas vivas de la televisión colombiana.