Jaime Saade Cormane logró burlar a la justicia por más de 26 años. Las autoridades colombianas andaban tras su pista después de que en 1996 fuera condenado en ausencia por la violación y asesinato de la joven Nancy Mestre, crimen que conmocionó a la ciudad de Barranquilla, Atlántico, en esa época.
Sobre el hombre de 57 años de edad pesaba una orden de captura internacional. En enero de este año se conoció su paradero: Saade se escondía en la ciudad de Belo Horizonte, Brasil, y fue arrestado por agentes de la policía de ese país tras la intensa búsqueda.
Las investigaciones, coordinadas entre las autoridades colombianas y brasileñas, permitieron establecer que el sujeto, condenado en 1996 a 27 años de prisión, viajó a ese país y utilizó diferentes identidades para evadir a la justicia.
La Policía mencionó que al momento de su captura, Jaime Saade se identificó como Henrique Dos Santos Abdala, por lo que se le imputó cargos por falsedad en documento público en Brasil. El asesino cayó en las manos de las autoridades a partir de unas huellas obtenidas de un vaso en febrero de 2019.
Después de todo este tiempo un programa brasileño dio a conocer en una investigación cómo luce el despiadado asesino. Domingo Espetacular reveló una foto en la que se evidencia cómo luce hoy su rostro mientras está recluido en una cárcel a la espera de su extradición a Colombia para cumplir su pena por homicidio y acceso carnal violento.
Esta es la foto que muestra cómo luce hoy Jaime Saade:
Así fue como Jaime Saade violó y asesinó a Nancy Mestre
Nancy Mestre pidió permiso a sus padres para que la dejaran salir con Jaime Saade, un hombre que casi le doblaba la edad, a celebrar las fiestas de año nuevo en la noche del 31 de diciembre de 1993.
Ellos aceptaron con la única condición de que Jaime la trajera de vuelta a casa a las 3:00 a.m. sana y salva. Eso nunca sucedió. Al día siguiente comenzó el verdadero infierno para la familia de la joven de 18 años.
Nancy, que acababa de culminar su estudios de bachillerato, se encontraba inconsciente en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica del Caribe. La joven recibió un disparo en la cabeza y, además, tenía varios signos de tortura.
Los esfuerzos médicos fueron insuficientes, Nancy murió ocho días después.
Saade, antes de fugarse, se defendió al decir que la joven había tratado de suicidarse. Sin embargo, las investigaciones determinaron que ese día la mujer fue violada, torturada y después asesinada.