Carlos Arturo Marín, uno de los investigados por la bomba a la Escuela General Santander de Bogotá, fue imputado por el delito de actos de terrorismo y cobijado con detención domiciliaria en atención a su edad y por una condición especial de salud mientras se resuelve su situación jurídica.
La Fiscalía General lo señala de ser una de las ocho personas que habrían planeado y ejecutado el acto terrorista perpetrado hacia las 9:30 de la mañana del 17 de enero de 2019.
De acuerdo con el ente investigador, Carlos Arturo Marín habría sido quien escoltó en motocicleta al hombre que en la camioneta Nissan Patrol de placas LAF-565 ingresó a la fuerza en la Escuela General Santander y explotó dejando 22 cadetes muertos y otros 89 heridos.
Afirma la Fiscalía que el hombre de 61 años de edad se identificaría bajo el alias 'Marín dentro de la organización criminal.
Las otras cuatro personas señaladas de planear y ejecutar el atentado son: Andrés Felipe Oviedo, alias 'Jesús'; Angie Lorena Solano, alias 'Maco'; Jessica Catherine Barrientos, alias 'Jessica' y Miguel Antonio Castillo, alias 'Toño'.
La Fiscalía asegura que ellos harían parte de una estructura del Eln que habría planeado la explosión de la bomba. Fueron imputados por delitos como homicidio en persona protegida y homicidio en persona protegida en grado de tentativa, los dos en concurso homogéneo; terrorismo en concurso homogéneo, y rebelión. Los cuatro fueron enviados a un centro carcelario.
Carlos Felipe Mateus, Luis Sebastián Mateus y Anyi Daniela Martínez, por su parte, son investigados por presuntamente hacer parte de una red criminal del Eln señalada de blanquear recursos obtenidos de actividades ilícitas y financiar acciones terroristas como la de la Escuela de Cadetes General Santander. Estas tres personas también fueron enviadas a prisión preventiva.
Dudas sobre la presunta participación de Carlos Arturo Marín
Según la Fiscalía, Carlos Arturo Marín salió en moto desde Zipaquirá hacia Bogotá y al llegar se encontró con Angie Lorena Solano, otra de las capturadas que habría estado encargada de escoltar la camioneta gris cargada con 80 kilos de pentolita hacia la General Santander.
A pesar de lo dicho por el ente investigador, la captura de Carlos Arturo Marín ha generado varios interrogantes. En las primeras audiencias, el Ministerio Público expresó su preocupación debido a que consideró que las pruebas presentadas en su contra no son contundentes para inferir su responsabilidad en los hechos.
Érika Marín, hija de Carlos Arturo Marin, le dijo a KienyKe.com que su padre jamás ha tenido vínculos con el Eln y que todo se trata de un “falso positivo judicial”.
La joven aseguró que ese 17 de enero Carlos Arturo viajó de Zipaquirá, municipio en el que vive, hacia Bogotá debido a que hizo el favor de hacer el acarreo de un mueble y porque tenía clase en el curso que estaba haciendo para ser instructor de conducción. Según dijo, ese día su se movilizó en una camioneta y no en una moto como lo ha dicho la Fiscalía.
“Él salió temprano a recoger este mueble. Llegó a Teusaquillo, lo recogió y de ahí salió a donde una tía que vive cerca a la General Santander. Almorzó y después, sobre la 1:00 de la tarde, fue a la sede donde estaba haciendo el curso, que es un lugar que también queda cerca a la Escuela de Cadetes. Sobre las 6:45 de la tarde regresó a Zipaquirá”, contó.
Mencionó que la Fiscalía lo involucró por una supuesta comunicación que el hombre habría tenido con Angie Lorena Solano, pero aseguró que la entidad no dejó claro si esa supuesta conexión tiene que ver con el atentado a la General o no.
Aseguró, por otro lado, que en las audiencias el delegado del Ministerio Público ha dicho que no existen pruebas sólidas para sustentar los cargos que le imputan a su padre pues, como ellos mismos han dicho, Carlos Arturo viajó a Bogotá para hacer el acarreo del mueble y para asistir a su curso de instructor.
“Él no ha tenido un contacto con el Eln ni con ningún movimiento rebelde. A él le dicen que es cómplice de escoltar la camioneta en una moto, pero mi papá jamás ha manejado moto en su vida. Él no es la persona que buscan, no tuvo nada que ver con este acto atroz. Creemos que es un falso positivo judicial porque es inocente y ellos vinieron a capturarlo por cosas que no hizo”, manifestó.
La joven le pidió a las autoridades que liberen a su padre porque él es “totalmente inocente” y que, además, limpien su nombre porque no tuvo que ver con este atentado terrorista.