A menudo las empresas hacen uso del gas combustible para generar energía térmica, que les permita llevar a cabo las actividades que hacen parte de su cotidianidad. Esta energía se consigue mediante la combustión de los gases metano, manufacturado, natural y licuado de petróleo; las tuberías internas utilizadas para la distribución de estos compuestos orgánicos deben ser revisados periódicamente para evitar problemas de seguridad.
De acuerdo con la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), las revisiones periódicas deben ser realizadas máximo cada cinco años. Esta certificación debe cumplir con lo establecido en la Resolución 90902 de 2013 del Ministerio de Minas y Energía, son esenciales y obligatorias pues buscan evitar que instalaciones defectuosas generen accidentes que afecten tanto al inmueble, como al usuario de la instalación, a las personas que estén cerca del lugar y a todo el sistema general de suministro.
Las inspecciones periódicas industriales de gas son obligatorias y deben realizarse por un organismo de inspección acreditado que verifique la instalación interna de gas y el cumplimiento del numeral 5.3 del reglamento 90902 del Ministerio de Minas y Energía, consiste en una revisión de campo y documental del plan de mantenimiento de la empresa en los ítems enfocados a la red de gas.
SGS es una empresa que asegura que se cumplan los lineamientos reglamentarios y que las industrias efectúen el mantenimiento adecuado.
Según el director técnico de gas para SGS, Hector Neira, “los técnicos contratados por las industrias para ejecutar el mantenimiento de las instalaciones, son los encargados de realizar las pruebas de hermeticidad de la instalación, realizar pruebas de puesta tierra, inspeccionar las presiones en diferentes puntos de suministro y adoptar medidas para prevenir la corrosión donde aplique. Posterior a esto SGS hace la verificación de las pruebas realizadas para determinar si cumplen con los requerimientos normativos y poder expedir la certificación.
Estas inspecciones además de ser obligatorias traen varios beneficios, entre ellos garantizar que el servicio de gas no sea suspendido, pues las distribuidoras están en la obligación de reportar si los usuarios no certifican su red de gas ante un organismo acreditado pasados cinco años. Además, la actividad de inspección otorga la confianza de saber que su instalación es segura y está en buen estado. Es de esta manera que se logra evitar peligros como fugas, incendios, explosiones o intoxicaciones.