El anuncio del incremento del salario mínimo en Colombia para 2025 ha generado una ola de reacciones tanto de apoyo como de crítica entre diferentes sectores de la sociedad. La medida, que eleva el salario mínimo en un 9.54%, fue dada por decreto tras las negociaciones entre el gobierno, los gremios empresariales y las centrales obreras que no se llegaron a acuerdo.
Para los trabajadores, el aumento puede representar un alivio frente al constante aumento en el costo de vida. Sindicatos y organizaciones de trabajadores han celebrado la medida, argumentando que es un paso necesario para mejorar la calidad de vida de millones de colombianos. "Colombia va a crecer más si hay dignidad para el pueblo trabajador", mencionó Gustavo Petro desde Zipaquirá.
En contraste, algunos empresarios y gremios económicos han expresado su preocupación por el impacto que esta medida podría tener en la generación de empleo y en la sostenibilidad de las pequeñas y medianas empresas (pymes).
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Según el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, el aumento podría llevar a un incremento en los costos operativos, lo que a su vez podría traducirse en una reducción de las contrataciones formales, además que este incremento lo calificó de "elevado y populista".
En el mismo tono, Bruce MacMaster, presidente de la ANDI, criticó este aumento que podría llevar a un incremento en los costos operativos, lo que a su vez podría traducirse en una reducción de las contrataciones formales, "Más pobreza, menos desarrollo, más desempleo", mencionó.
El tema también ha sido tendencia en redes sociales, donde ciudadanos han compartido sus opiniones. Mientras unos celebran el aumento como una victoria para los trabajadores, otros cuestionan su impacto en la economía y en el empleo. “Es un arma de doble filo”, comentó un usuario de Twitter. “Si no se controla la inflación, este aumento será solo un espejismo”.