Este martes 14 de mayo de 2024, Colombia podría enfrentarse a un nuevo escenario judicial con la posible liberación de Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Sin embargo, su camino hacia la libertad podría no ser tan directo como parece.
El Tribunal Superior de Bogotá tomó una decisión trascendental al levantar las 57 órdenes de captura que pesaban sobre Mancuso, quien ha sido una figura emblemática en el complejo entramado del conflicto armado colombiano. Aunque esta medida representa un paso hacia la libertad para el excomandante paramilitar, su salida de prisión aún está sujeta a la revisión del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).
El ministro de Justicia, Néstor Osuna, ha dejado claro que el Inpec debe analizar si existen otras órdenes de detención que podrían obstaculizar la liberación de Mancuso. Este análisis pondrá bajo la lupa las decisiones de autoridades judiciales distintas a las de las salas de Justicia y Paz, donde Mancuso ha comparecido.
La posible liberación de Mancuso plantea interrogantes sobre su futuro inmediato. ¿Qué sigue para él una vez recupere su libertad? La respuesta a esta pregunta podría estar marcada por su situación legal y los procesos judiciales pendientes en su contra.
Uno de los aspectos fundamentales es su comparecencia ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Aunque en abril pasado la JEP no pudo concederle la "libertad transitoria, condicionada y anticipada", es un hecho que Mancuso está vinculado a este tribunal, creado para juzgar los crímenes cometidos durante el conflicto armado colombiano. La resolución de su situación frente a la JEP podría definir en gran medida su libertad condicional y su futuro legal.
Además, Mancuso está bajo investigación en Colombia por más de 75.000 crímenes como líder de las AUC, lo que añade una capa adicional de complejidad a su situación legal. A pesar de haber cumplido una condena de 15 años en Estados Unidos por narcotráfico, su regreso a Colombia lo enfrenta a un escrutinio judicial que podría prolongarse en el tiempo.
Por su parte, Nelson Menjura, abogado de Salvatore Mancuso, dio a conocer en RCN Radio que una vez se concrete la liberación del excomandante de las Autodefensas de Colombia, el exparamilitar llevará a cabo una serie de de reuniones con otros cabecillas y exmiembros del extinto grupo paramilitar con el objetivo de ubicar alrededor de 400 fosas comunes en zonas de frontera con Venezuela y Córdoba.
El papel político de Mancuso también es relevante. Nombrado por el presidente colombiano Gustavo Petro como "gestor de paz" en un intento por concluir el proceso de paz con los paramilitares, su libertad es un requisito indispensable para cumplir con este rol. Sin embargo, cualquier medida de aseguramiento que limite su libertad podría obstaculizar este propósito.
La posible liberación de Salvatore Mancuso marca el inicio de un nuevo capítulo en la compleja historia del conflicto colombiano. Su futuro está entrelazado con su situación legal, su comparecencia ante la JEP y su papel político como gestor de paz. Mientras Colombia observa de cerca el desenlace de este caso, queda claro que el camino hacia la verdadera libertad para Mancuso aún está por definirse.
