El Parque Nacional Natural Los Nevados, ubicado entre los departamentos de Quindío, Caldas, Risaralda y Tolima, es conocido por su impresionante belleza y sus majestuosos paisajes, pero también por los riesgos que su altura y clima extremos pueden representar.
Este fue el escenario de una tragedia ocurrida a finales de diciembre de 2024, cuando Kevin Bocanegra, un joven abogado de 25 años, perdió la vida durante una excursión al Nevado del Tolima. Acompañado de su novia, Jois Ramírez, y su suegra, el viaje, que inicialmente buscaba ser una aventura para celebrar el fin de año, se convirtió en un relato de desesperación, malas decisiones y la cruda realidad de los peligros de las montañas colombianas.
Un viaje planeado con ilusión
Kevin y Jois decidieron emprender esta travesía en busca de una experiencia diferente para despedir el 2024. En lugar de su habitual visita al mar, optaron por las montañas del Parque de Los Nevados.
La excursión fue organizada por un primo de Kevin, Oscar, quien, hasta ese momento, parecía ser un guía experimentado y certificado. Oscar, según la familia de Kevin, era un deportista de alto rendimiento que organizaba excursiones a la montaña a través de su empresa, Transpáramo Viva Vivir Vivo.
El plan era partir de Bogotá el 27 de diciembre, registrarse en el Valle de Cocora y ascender al Nevado del Tolima. El costo del viaje fue de 1.3 millones de pesos por persona, lo que incluía los entrenamientos previos, comidas y un seguro de asistencia médica en caso de emergencia. Sin embargo, lo que parecía ser una travesía de aventura se transformó rápidamente en una serie de eventos desafortunados.
El primer día:
El 28 de diciembre, el grupo de 12 personas comenzó a caminar hacia la finca La Primavera, donde pasarían la primera noche. Durante la caminata, surgieron varias quejas sobre la organización. El grupo se separó, se perdieron en el camino y no contaron con la guía adecuada. A pesar de la fatiga, lograron llegar al destino, pero allí comenzó el primer signo de alarma: Oscar, el supuesto guía experimentado, se encontraba enfermo, con síntomas de gripe severa. A pesar de su evidente malestar, minimizó la situación y continuó liderando el grupo.
Los síntomas empeoran: desprotección en la montaña
A medida que avanzaba la caminata, el estado de salud de Kevin se deterioraba. En el 29 de diciembre, durante una excursión al Paramillo del Quindío, Kevin comenzó a quejarse de dolor en el cuerpo y congestión, síntomas que él atribuía a un resfriado. Sin embargo, Oscar desestimó sus quejas, diciéndole que lo que sentía era normal en las altas montañas. Este comportamiento fue un presagio de lo que vendría: la falta de empatía y la desprotección del grupo ante las adversas condiciones.
El 30 de diciembre, el clima empeoró y las condiciones en las que Kevin y los demás viajeros tuvieron que continuar fueron extremas. La nieve, el frío y la falta de guía hicieron que el grupo se sintiera desorientado y, sobre todo, desprotegido. A pesar de que Kevin insistía en que no podía continuar debido a su malestar, Oscar insistió en que el grupo debía seguir adelante. La falta de un apoyo profesional en el grupo empezó a evidenciarse de manera trágica.
La madrugada del 31 de diciembre: la despedida de Kevin
La mañana del 31 de diciembre fue la que marcó el fatal desenlace. A pesar de su grave estado de salud, Kevin decidió que su novia Jois debería seguir adelante. En sus palabras, le pidió que tomara muchas fotos de la cumbre y que regresara para mostrarlas. Jois, con el corazón apesadumbrado, emprendió el ascenso al Nevado del Tolima, pero las condiciones empeoraron aún más, tanto para ella como para el resto del grupo.
El ascenso fue dificultoso, y el grupo llegó a la cumbre cerca de las 8 a. m., sin haber recibido el apoyo necesario de un guía profesional. Mientras tanto, Kevin, aún en el campamento, empeoraba rápidamente. Jois no pudo disfrutar del logro en la cima, pues sabía que su pareja estaba en grave peligro. Durante el descenso, los problemas de salud de Oscar se agravaron, lo que obligó a Camilo, uno de los miembros del grupo, a tomar el liderazgo.
La tragedia: la agonía de Kevin
Cuando Jois y su madre lograron regresar al campamento, Kevin estaba en un estado crítico. A pesar de sus esfuerzos por buscar ayuda, la situación empeoró. El guía Oscar no activó el seguro de asistencia médica que se había prometido, lo que dejó al grupo completamente desamparado. Sin señal de celular, sin un plan de evacuación claro y con la vida de Kevin en juego, la tragedia se consumó.
Kevin empezó a mostrar signos de edema pulmonar, con un líquido amarillo saliendo de su nariz. La desesperación se apoderó de Jois, quien intentó en vano conseguir ayuda de los arrieros locales. A pesar de la urgencia de la situación, Oscar seguía sin prestar atención. Kevin fue subido a un caballo, pero su estado empeoró, y finalmente perdió la conciencia.
Con la llegada de un médico estadounidense, la situación parecía mejorar momentáneamente, pero no fue suficiente. Kevin nunca llegó a salir del parque. A las 9 p. m. del 31 de diciembre, tras horas de angustia y desesperación, la familia de Kevin recibió la desgarradora noticia de su muerte.
Tras la muerte de Kevin, se conoció que el guía Oscar no estaba certificado ni registrado ante las autoridades del Parque Nacional Los Nevados, lo que cuestionó gravemente la legitimidad de la excursión. Las autoridades del parque explicaron que si la ruta incluía el ascenso a la cumbre, se requerían guías certificados y equipos especiales, los cuales no fueron proporcionados. Además, el mal manejo de la situación por parte de Oscar dejó en evidencia la falta de preparación y responsabilidad en la excursión.
La familia de Kevin, devastada por su pérdida, se enfrenta ahora a un proceso de duelo mientras busca respuestas y justicia. Jois, su novia, aún no puede entender cómo todo se desmoronó tan rápidamente. Lo que comenzó como una aventura soñada, terminó en una tragedia que dejará una marca imborrable en su vida y en la de los seres queridos de Kevin.
