Que Erick Prince iba por Maduro, que el Viejo Joe (Biden) tenía un plan para ejecutar antes de abandonar la Casa Blanca, que había en ciernes un golpe militar, que venía una sorpresa muy grande para el hemisferio, que Maduro iba a correr la misma suerte de Bashar Al-Assad. Nada de eso sucedió; todo lo contrario, Maduro ha tomado el poder en medio de una tensa situación y una agresiva campaña de información y desinformación.
En la guerra, defender y atacar es un arte. Don Bárbaro (un buen lector sabrá reconocer porque lo he llamado así) y sus matones se han defendido adecuadamente, haciendo lo preciso para no perder los privilegios que traen consigo el poder. Lo que no significa que esto sea democráticamente correcto.
Precisamente, la jornada del viernes pasado demostró que gracias a una defensa efectiva del chavismo, don Edmundo González no está en Venezuela y sigue dando vueltas por la región, María Corina sigue en la clandestinidad (pero creo que monitoreada), la democracia permanece secuestrada y otra oleada de venezolanos listos para abandonar el cementerio en el que se ha convertido la tierra de los Libertadores: Miranda, Bolívar y Sucre.
De la misma manera, el mundo evidenció que, en el frente sicológico, los chavistas han logrado sobreponerse a la embestida de rumores que apuntaban a desestabilizar mentalmente a los cuadros del régimen. Demostrando, de tal suerte, que la lección de los asesinos y terroristas castristas ha sido bien aprendida. En efecto, el chavismo no naufragó ante la campaña psicológica de la que fueron objetivo.
Así las cosas, y listo para un tercer mandato hasta 2030, Maduro se ha salido, hasta este momento, con la suya. Obviamente, los matones que lo rodean saben que no las tienen todas consigo. Por ahora, pueden cantar victoria aún cuando la crisis no esté del todo resuelta, ni la suerte esté totalmente echada.
A pesar de la ajustada estrategia defensiva, queda en el aire una duda y es saber ¿cómo acertadamente cerraron el espacio aéreo para evitar que don Edmundo aterrizara con el grupo de presidentes ( y otros) que lo iban a acompañar y, a su vez, fallar en la neutralización de María Corina? La confusa situación de su secuestro (y pronta liberación) deja un profundo interrogante en el ambiente que abre la compuerta a muchas especulaciones.
Por lo pronto, lo que sí ha quedado claro es que el Brasil de Lula da Silva (la mayor democracia latinoamericana) ha asumido una posición ambigua y altamente costosa en términos políticos en razón a que Lula da Silva señala internamente a Bolsonaro como una amenaza para la democracia pero externamente es socio y consorte de las más brutales dictaduras (Venezuela, Cuba y BRICS+).
Atornillado a Miraflores, el régimen en el bloque apelará cada vez más al terror para oprimir al pueblo, a la diplomacia del micrófono para insultar a quienes consideren fascista o " vil traidorcito" y a fortalecer sus nexos con los poderes extranjeros (y tenebrosos como los de las FARC) que lo sostienen.
En efecto, gracias a la inoportuna declaración del presidente Uribe Vélez sobre una intervención militar en contra del régimen y de la jurídicamente correcta del presidente Pastrana Arango para aplicar la Carta Interamericana Democrática, Maduro ha utilizado ambas opciones para apelar al sentimiento nacionalista del bravo pueblo venezolano.
Del otro lado de la frontera, el 8 de enero en INews Guyana apareció publicado lo que se lee así a continuación: "Guyana expresses grave concern over Maduro’s announcement of ‘Governor of Guayana Esequiba’ election". Preocupación que ratifica Brasil al anunciar ayer el refuerzo militar en la frontera con Venezuela, Caio Junqueira decía para CNN-Brasil que "Brasil planeja grande ação militar próxima à Venezuela"; más tarde, en su programa WW, William Wack anunciaba que "cerca de 8 mil militares devem ser enviados para a fronteira com a Venezuela".